La Viña de los Artistas es un proyecto de la bodega Mas Blanch i Jové que este año ha cumplido ya su séptima edición. Esta iniciativa de maridaje entre el arte y el vino nació como un homenaje póstumo a Josep Guinovart, ideólogo del proyecto, y en esta edición el artista Frederic Amat ha presentado «Esclat», un homenaje íntimo a su madre, a quien nunca pudo conocer.

Texto: Redacción
Fotografías: Elsa García

Hace treinta años mis padres se decidieron a hacer realidad su sueño: tener un terreno propio con almendros, olivos y viña”, comenta Sara Jové, responsable del celler. Durante mucho tiempo la família Blanch i Jové fue elaborando en La Pobla de Cérvoles vinos para autoconsumo y viendo la alta calidad de éstos en 2006 se embarcaron en la aventura de crear la bodega Mas Blanch i Jové. Pero el sueño no vino solo, sinó que se nació acompañado por el arte ya que desde el principio contó con el apoyo del pintor Josep Guinovart, “Muy amigo nuestro que creyó desde el principio en la idea y fue el ideólogo de La Viña de los Artistas, un proyecto en el que intentamos fusionar arte y vino. Cada año invitamos a un artista diferente para que haga su propio homenaje al mundo de la viña, de la tierra, de los pageses”.

Así, por los escenarios montados en medio de los viñedos de la bodega Mas Blanch i Jové han pasado artistas tan diversos como prestigiosos y espectáculos de todo tipo: desde ópera, hasta payasos, pasando por música de todo tipo, magia, danza, pintura, títeres, pompas de jabón… Y cada año, al menos una nueva escultura se ha ido incorporando a esta inusual sala de exposiciones, creando un patrimonio que enriquece artísticamente el municipio de La Pobla de Cérvoles. Cada uno de los eventos organizados es único lo que permite a cada edición sorprender a los espectadores con una historia completamente diferente, guiada de la mano del artista invitado del año y maridada con comida y vinos Saó en un entorno pintoresco e inolvidable.

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Este año, en la séptima edición, el artista Frederic Amat, gran admirador de las construcciones de piedra seca del Mediterráneo ha querido esparcir de luz e iluminar con su «Esclat», más de un millar de piezas de cerámica, las rocas de un margen que rodea un campo de olivos. Con esta obra el artista hace un homenaje íntimo a su madre, Pilar Noguera Espada, a quien nunca conoció al morir 5 meses después dar a luz. Con “Esclat”, Frederic Amat ha hecho una revisión de sus orígenes: su bisabuelo fue el fundador de la Enciclopedia Espasa y era originario de La Pobla de Cérvoles.

Los más de 500 asistentes también pudieron visitar las otras esculturas, así como la impresionante obra de 60m. «Entre el Cielo y la Tierra» que el pintor Gregorio Iglesias creó durante dos meses en medio de La Viña de los Artistas y que actualmente recubre las cuatro paredes de la sala de barricas de la bodega, así como la exposición colectiva garriguenca «8uit de Camí «de 7 artistas de la zona y que combina escultura, fotografía y pintura.

Para inaugurar el «Esclat» se contó con un concierto de Paco Ibáñez, gran amigo de Frederic Amat, que emocionó al público. Quien no pudo asistir por un pequeño accidente doméstico fue Carles Santos. La otra sorpresa musical de la noche, que había preparado un espectáculo para la ocasión junto con Inés Borrás pero que se tuvo que cancelar en el último momento.

La fiesta continuó con una cena servida en medio de un campo de olivos y maridada con los vinos Saó Blanc y Saó Expressiu de la bodega Mas Blanch i Jové.

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 Un poco de historia

Guinovart, uno de los grandes pintores catalanes contemporáneos, reconocido en todo el mundo, tiene expuesta la última obra que creó antes de morir (un increíble mural de 10 metros dedicado al vino) dando la bienvenida a los visitantes de la bodega Mas Blanch i Jové, en la DO Costers del Segre. Guinovart, gran amigo de la familia, también fue el impulsor de la «Viña de los Artistas»: una iniciativa única y pionera que integra plenamente al vino en el universo artístico. Una sala de exposiciones al aire libre, en medio de la viña, donde esculturas magistrales son testigos del crecimiento de las cepas.

La Viña de los Artistas se inauguró oficialmente en 2010  y como homenaje al espíritu que la concibió se dedicó el Año 0 a Guinovart, inaugurando de forma póstuma su escultura «El Órgano de Campo». El Año 1 fue dedicado al músico, compositor y creador Carles Santos, quien presentó la obra «Vino Sonoro», un gran espectáculo musical, un paseo por la historia de la música y la gastronomía que reunió a más de 400 personas . Cinco pianistas, un violín y un coro, en aquel lugar único, lograron transportar a los invitados y hacerles vivir una noche inolvidable. Como testimonio de su paso por la Viña de los Artistas, Carles Santos dejó su legendaria barca «La Sargantaneta» navegando sobre una de las encinas.

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Esteve Casanoves fue el artista invitado durante Año 2. Casanoves diseñó un anfiteatro que se inauguró con el espectáculo «A la Molla de l’Òs, l’Olivera» de la directora teatral María Vera: una combinación de música, danza y poesía que creó un sentimiento de amor entre el espacio y los espectadores y que sirvió como preámbulo de «la Luz (inclinada) sobre la Tierra», la impresionante escultura de más de 8 metros de altura de Esteve Casanoves que, presidiendo la viña, integra el hierro, el vidrio y la luz para que se fusionen con la Tierra.

El año 3 fue dedicado al gran poeta Joan Brossa. La fiesta organizada por Mas Blanch i Jové y la Fundación Joan Brossa fue del estilo brossiano más puro. Se llenó de poesía visual el municipio de La Pobla de Cérvoles, se hizo salir magia de detrás de las barricas, ópera en el mirador de La Pobla de Cérvoles, Comedia del Arte en la Cabaña del Guinovart, risas nostálgicos debajo de una encina y cabezudos de medio los olivos para inaugurar la escultura «Cap de Bou», inspirada en el poema visual de Brossa.

Paralelamente, el pintor de Les Borges Blanques, Gregorio Iglesias, pintó en medio el camino de La Viña de los Artistas, su obra ‘Entre el Cielo y la Tierra un impresionante mural de 60 metros, creado durante casi dos meses al aire libre con tintas chinas, carbones y colores naturales y que, desde día 22 de junio de 2013 forra de forma permanente las cuatro paredes de la sala de barricas.

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El año 4 fue dedicado a Susana Solano que creó una noche enigmática y mágica para la presentación de su instalación «Signatures nº1» con un espectáculo etéreo de Pep Bou. El 5 fue el año de danza y espectáculo ecuestre para inaugurar «Enmarcando el Sueño: Diálogo» de Asunción Mateo.

Y así hasta llegar a esta última edición, celebrada el pasado 9 de julio. En fin, que «El arte y el vino maridan muy bien, de hecho consideramos cada botella de vino una pequeña obra de arte, aunque efímera porque está destinada a ser disfrutada y desaparecer«, asegura Sara Jové.

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Hoy, Mas Blanch i Jové, elabora 6 vinos –el Petit Blanc Saó, el Saó Blanc, el Saó Rosat, el Petit Saó, el Saó Abrivat y el Saó Expressiu- que no paran de acumular premios (Decanter World Wine Awards, Concours Mondiel de Bruxelles…) y altas puntuaciones en las más prestigiosas guías españolas e internacionales (Wine Enthusiast, Guía Peñín, Guía Gourmets, Stephen Tanzer, etc.) y todos ellos con una relación calidad / precio excelente. Y por si fuera poco, la bodega Mas Blanch i Jové ganó el año pasado el premio de enoturismo de Cataluña en la categoría Arte y Cultura.

www.masblanchijove.com