Si hace algunos años nos presentamos en Chinchón y les decimos a los vecinos de entonces que su pueblo iba a ser uno de los sitios más frecuentado y querido por toreros, cantantes, actores, directores de cine y demás gente de la farándula, y que además a la hora de inspirarse, de crear, de componer o dirigir películas iban a elegir su antiguo convento agustino, pensarían que no estábamos en nuestros cabales.

Texto: Kiko Martínez

Pues sí, este antiguo convento del siglo XVII en la actualidad es el Parador de Chinchón, y para su directora Cristina Masid, es el Parador de Madrid, su buque insignia y que ella considera el bombón de Madrid.

La calidez de sus estancias ha servido de inspiración y sirve de plató improvisado a numerosos directores de cine: aquí se ruedan numerosas series y películas. Algo misterioso debe tener el Parador de Chinchón que atrae como un imán y conduce irremediablemente a su morada. Seguramente su cercanía a Madrid y, a la vez, esa sensación de pasar desapercibidos, de encontrar intimidad y relax en plena naturaleza fuera de los focos y las miradas ajenas es la razón fundamental que empuja a refugiarse en este precioso Parador.

La historia nos dice que la ubicación original del convento no fue esta sino que los Reyes Católicos lo mandaron construir originariamente al lado del castillo de los Condes de Chinchón –título otorgado por los monarcas- y allí estuvo en pie durante los siglos del XV al XVII hasta que fue destruido. Entonces se ubicó en el centro del pueblo al lado de la Plaza Mayor. Tras la desamortización de Mendizábal, el convento deja de destinarse al ámbito religioso y pasó después a ser un importante centro de estudios de teología e historia. Más tarde pasó a ser cárcel y su última actividad, antes de ser Parador, fue la de juzgado.

Fue en 1972 cuando el Estado dio el premiso para explotarlo como edificio con 38 habitaciones, restaurante principal, cafetería y a lo largo de los años se fueron abriendo piscina y el restaurante de invierno. El Parador abrió en 1982 después de 10 años de obras.

El Hotel tiene tres tipos de habitaciones: las estándar, dos junior suites más grandes con salón y luego hay una especial llamada Premium que hasta hace tres años era una antigua capilla muy conocida cuando se celebraban bodas japonesas. Su directora nos cuenta que a la gente le gusta esta habitación porque tiene la sensación de dormir en una capilla con su cúpula grande “la impresión es muy fuerte”, los materiales de la habitación son de alta calidad sean utilizado sedas, esta recubierta de papel pintado a mano, es una autentica obra de arte.

Jornadas del cocido de Taba

El Bodegón es un restaurante temático que se abre todos los fines de semana de octubre a abril. La idea de las Jornadas se le ocurrió al equipo técnico de restauración encabezado por Emilio Gómez Calcerrada que actualmente está en la dirección ejecutiva de Paradores y fue una para aprovechar el espacio que tenía el Parador. Al ser Chinchón un referente gastronómico tan potente en Madrid, qué mejor idea que ofrecer una comida tan típica como el cocido madrileño. Pero había que darle un punto de exclusividad y los responsables de la idea se fueron a los archivos de la Biblioteca Nacional y encontraron la primera receta de cocido documentada: era el cocido completo de Taba.

El cocido completo de Taba se trata de un menú con unos aperitivos de bienvenida que son unos encurtidos de la zona de Campo Real acompañados de unas albondiguillas hechas con el sobrante del picadillo del cocido y unos garbanzos mareados, luego el cliente hace el primer vuelco con la sopa de cocido con fideos aromatizado a la hierbabuena y termina con el cocido completo de Taba que se llama así, como su propio nombre indica, por la rodilla de la ternera. Como nos dice Cristina “nuestro cocido es muy limpio y muy sano durante las horas de cocción estamos continuamente desengrasando, cocemos las carnes por separado por eso la gelatina de la taba le da consistencia y terminamos con postre típicos de la zona como son los bartolillos y los pestiños acompañados de natillas caseras.

Clientes

Entre semana reciben principalmente a empresas que suelen acudir a hacer sus convenciones o reuniones intensivas de trabajo. También se imparten en el Parador cursos de formación de empresas. La razón que les motiva es su cercanía a Madrid y la tranquilidad de la zona. Los fines de semana está prácticamente lleno con el turismo de ocio que vienen a buscar tranquilidad y a probar la oferta gastronómica. La media anual de ocupación ronda el 70% de los cuales un 20% es cliente extranjero.

Actividades

En Chinchón hay diversas posibilidades, desde visitas turísticas que organiza la oficina de turismo del ayuntamiento ya que estamos en una zona vitivinícola y en los pueblos que rodean Chinchón -Colmenar, Valdelaguna tienen fuertes bodegas- se ofrecen visitas a bodegas, lo cual es un aliciente más. Otros vienen por la naturaleza y también hay empresas que se dedican al turismo activo. Y además, en Chinchón hay un Museo Etnográfico.

Lugares de interés en Chinchón

La Plaza Mayor una de las más bonitas de España con su plaza porticada del siglo XV. Un consejo al ayuntamiento: por favor no dejen aparcar en ella da una sensación horrible.

La iglesia de la Asunción del siglo XVI de estilo gótico aunque se pueden encontrar elementos renacentistas y barrocos. El altar mayor tiene una imagen de la virgen María de Francisco de Goya.

El Castillos de los Condes de Chinchón con su torre desmochada presenta una situación ruinosa.

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