Quién nos iba a decir que en lugar de la Mancha, de la mano de Felipe II iban a venir -paradojas de la vida, y más con los tiempos que corren- unos banqueros alemanes a explotar unas minas y crear una industria que hizo de Almagro una de zonas más prosperas de España en el siglo XVI.

Texto y Fotos: Kiko Martínez

A finales de esa centuria y principios de la siguiente se fundó el Convento de San Francisco que hoy en día conocemos como el Parador de Almagro, en la actualidad motor de la industria hostelera de la Comarca de Calatrava: no es casualidad que Almagro, situada en el corazón de La Mancha, sea la tercera población más visitada de la Comunidad castellano-manchega. Alrededor de su Parador y del Corral de Comedias se mueve la vida cultural, turística y económica de esta parte de la Mancha tan rica por su patrimonio arquitectónico.

Desde la entrada al Parador, se nos viene a la imaginación que vamos a entrar en una venta para alcanzar el merecido descanso y a dar de comer a nuestro caballo. Esta fabulación quijotesca vive en nosotros hasta que nos fijamos en los coches aparcados a la entrada. Pero salvando ese detalle, lo cierto es que el Parador de Almagro sigue conservando el encanto de los antiguos conventos, con sus amplios pasillos, la luminosidad de sus patios y la decoración austera de sus habitaciones pero sin merma de ningún detalle de un hotel de cuatro estrellas. Algunas de las estancias son las antiguas celdas de los monjes franciscanos y conservan la pilita de antaño de agua bendita y el farol para sentirse en un ambiente único que invita a la meditación y a la calma.

Una de las cosas que más nos llamó la atención al pasear por el interior del Parador es la cantidad de patios que tiene: se trata de los antiguos huertos de los monjes. Se percibe, pues, que aunque llevasen una vida muy austera, en el asunto del yantar estaban bien surtidos. En otros tiempos, después de ser convento ha sido colegio, granja, teatro y también fue albergue del peregrino.

Fue en 1979 cuando se hizo la mayor reforma y todo lo que es Claustro de estilo mudéjar, la iglesia y el entorno es antiguo decorado, pero el resto es todo nuevo. Como ya se ha comentado, lo que más llama la atención es la amplitud del recinto: tiene 54 habitaciones, piscina de temporada…. el nivel de ocupación al cabo del año ronda el 70 % de los cuales un 45% son extranjeros. Nota: los fines de semana cuelga el cartel de no hay billetes así que si le atrae este destino, sea previsor.

Almagro es conocida por la riqueza monumental y su Corral de Comedias, con lo que resulta muy atractiva la visita al Parador donde, por otro lado, se hacen bastantes convenciones y banquetes de bodas dado el ambiente de tranquilidad que se respira. Y además tienen a Doña Carmen una bordadora de encaje de bolillos que lleva muchos años viniendo al Parador, según parece viene cuando quiere, todo el mundo pregunta por ella, es todo un espectáculo meneando los bolillos, la gente le hace corro. Por cierto fueron los flamencos, y más en concreto los Fugger -en España se les conoce como los Fúcares- los que introdujeron el encaje de bolillos que se ha convertido en Almagro y en su entorno en toda una tradición.

Actividades del Parador

El Parador esta abierto a cualquier tipo de actividades desde teatro o cualquier otro evento. Gestionan excursiones a Cabañeros, a las lagunas, a las Tablas….

o cualquier otra actividad que proponga el cliente siempre que este al alcance del Parador.

Gastronomía

Con Jose Alfonso Merlo Ureña en los fogones la calidad está garantizada. Evidentemente la cocina es la típica de la región pero con el toque siempre sutil del cocinero que prepara las migas y las gachas como los ángeles. No deje de probar las famosas berenjenas de Almagro, el pisto manchego, los pimientos asados, los duelos y quebrantos, los riquísimos asados -tanto el cordero como el cochinillo- acompañados de un buen vino manchego y las afamadas flores de sartén.

Que visitar en Almagro

En primer lugar, el Parador, porque aunque no se aloje si está completo puede y debe ir a visitarlo. Después, es de obligado complimiento El Corral de la Comedia y, si me permite un consejo, coja la audioguía, ya que es imprescindible para entender la importancia del teatro en la época: la voz de Fernando Fernán Gómez le relatará magistralmente lo acontecido en otros tiempos de la representación escénica. De paso, disfrute de la Plaza Mayor de Almagro con sus tiendas y terrazas aquí también encontrará el Museo del encaje.

Otros lugares de interés son: el Convento de Calatrava, el Palacio de los Fugger, San Bartolomé el Real y Antigua Universidad, pero sobre todo callejee descubra un usted mismo los palacios, las casas solariegas de Almagro todas bastante bien conservadas.

Otra nota: El momento ideal para visitar Almagro es la primavera y el otoño.