Quién nos iba a decir que en lugar de la Mancha, de la mano de Felipe II iban a venir -paradojas de la vida, y más con los tiempos que corren- unos banqueros alemanes a explotar unas minas y crear una industria que hizo de Almagro una de zonas más prosperas de España en el siglo XVI.
Texto y Fotos: Kiko Martínez
A finales de esa centuria y principios de la siguiente se fundó el Convento de San Francisco que hoy en día conocemos como el Parador de Almagro, en la actualidad motor de la industria hostelera de la Comarca de Calatrava: no es casualidad que Almagro, situada en el corazón de La Mancha, sea la tercera población más visitada de la Comunidad castellano-manchega. Alrededor de su Parador y del Corral de Comedias se mueve la vida cultural, turística y económica de esta parte de la Mancha tan rica por su patrimonio arquitectónico.
Una de las cosas que más nos llamó la atención al pasear por el interior del Parador es la cantidad de patios que tiene: se trata de los antiguos huertos de los monjes. Se percibe, pues, que aunque llevasen una vida muy austera, en el asunto del yantar estaban bien surtidos. En otros tiempos, después de ser convento ha sido colegio, granja, teatro y también fue albergue del peregrino.
Almagro es conocida por la riqueza monumental y su Corral de Comedias, con lo que resulta muy atractiva la visita al Parador donde, por otro lado, se hacen bastantes convenciones y banquetes de bodas dado el ambiente de tranquilidad que se respira. Y además tienen a Doña Carmen una bordadora de encaje de bolillos que lleva muchos años viniendo al Parador, según parece viene cuando quiere, todo el mundo pregunta por ella, es todo un espectáculo meneando los bolillos, la gente le hace corro. Por cierto fueron los flamencos, y más en concreto los Fugger -en España se les conoce como los Fúcares- los que introdujeron el encaje de bolillos que se ha convertido en Almagro y en su entorno en toda una tradición.
El Parador esta abierto a cualquier tipo de actividades desde teatro o cualquier otro evento. Gestionan excursiones a Cabañeros, a las lagunas, a las Tablas….
o cualquier otra actividad que proponga el cliente siempre que este al alcance del Parador.
Gastronomía
Con Jose Alfonso Merlo Ureña en los fogones la calidad está garantizada. Evidentemente la cocina es la típica de la región pero con el toque siempre sutil del cocinero que prepara las migas y las gachas como los ángeles. No deje de probar las famosas berenjenas de Almagro, el pisto manchego, los pimientos asados, los duelos y quebrantos, los riquísimos asados -tanto el cordero como el cochinillo- acompañados de un buen vino manchego y las afamadas flores de sartén.
Que visitar en Almagro
En primer lugar, el Parador, porque aunque no se aloje si está completo puede y debe ir a visitarlo. Después, es de obligado complimiento El Corral de la Comedia y, si me permite un consejo, coja la audioguía, ya que es imprescindible para entender la importancia del teatro en la época: la voz de Fernando Fernán Gómez le relatará magistralmente lo acontecido en otros tiempos de la representación escénica. De paso, disfrute de la Plaza Mayor de Almagro con sus tiendas y terrazas aquí también encontrará el Museo del encaje.
Otros lugares de interés son: el Convento de Calatrava, el Palacio de los Fugger, San Bartolomé el Real y Antigua Universidad, pero sobre todo callejee descubra un usted mismo los palacios, las casas solariegas de Almagro todas bastante bien conservadas.
Otra nota: El momento ideal para visitar Almagro es la primavera y el otoño.