De la costa al monte… Casi desde el nivel del mar, desde el valle vizcaíno de Trápaga se nos presenta el monte de forma brusca. Este paseo es un viaje a mi infancia. Aquí aprendí a amar el monte y a la naturaleza. Desde muy pequeños, en el verano, mis padres nos traían a mis dos hermanas y a mí casi todos los domingos. Después de misa cogíamos un taxi desde Barakaldo hasta el Valle de Trápaga, pero más adelante cuando fuimos creciendo, casi siempre íbamos andando hasta la entrada del “Funi” -funicular que va desde La Escontrilla hasta Larreineta- para subir a la localidad de La Arboleda.

Kiko Martinez
Este maravilloso lugar de aquellas vacaciones eternas e inolvidables de los años 60 y principios de los 70 son el mejor recuerdo que guardo de mi infancia, de mis correrías por el monte y de mi primer contacto con la naturaleza. Allí pasé los veranos desde que aprendí a andar hasta los trece años. Todavía recuerdo las palizas que se pegaban mis padres con la bolsa de cuadros rojos y negros siempre llena de comida y con tres renacuajos dando guerra por el camino.

A continuación te propongo varias rutas por el paisaje minero La Arboleda y sus alrededores.

De Barakaldo a La Escontrilla

Se puede ir por carretera por la N-635 Bilbao-Santander y desviarse a la altura del ayuntamiento de Trapagaran, ascender por una carretera de unos 5 Km sinuosa y difícil hasta Larreineta, pero no merece la pena, pues se pierde el encanto del viaje. La mejor solución es llegar hasta Barakaldo en metro hasta la estación de Bagatza salida Avenida Miranda y luego coger en esta misma calle la línea de Bizkaibus A3141 (mediante el bono de creditrans puedes empalmar un transporte con otro incluido el funicular).

Subida a Larreineta

Este funicular se creó en 1926 para facilitar el transporte de mineral y a su vez comunicar los montes de Triano con el Valle de Trápaga. Su longitud es de algo más de 1 kilómetro y salva un desnivel de 342 metros. Actualmente sirve de transporte para los habitantes de la zona, además de ruta de ocio y turismo principalmente para los ciudadanos de la margen izquierda, pues lo tenemos muy a mano.

Durante la semana se suelen ver coger el “Funi” a los vecinos que bajan a trabajar al Gran Bilbao y a algunos chavales que van a estudiar a los colegios más cercanos. Los fines de semana o en época estival es más frecuente ver a jóvenes y viejos, unos con sus mochilas otros con las bicis a pasear por las numerosas rutas de la zona.

Durante el recorrido del “Funi” podemos ver el camino de la antigua vía de la Orconera, que iba desde el Valle hasta el cargadero de Lutxana (Barakaldo) junto a la dársena de Portu, pasando por Retuerto. Actualmente este camino de apenas 8 Km rodeado de encinas, cerezos, robles y avellanos no esta en muy buenas condiciones: por una parte, presenta desprendimientos en el terreno y, por otra, están las obras de la Supersur. Creo que muy pronto será rehabilitado tanto para ciclistas como paseantes (muy recomendable).

El funicular durante el recorrido va abrigado de mimosas, eucaliptos, robles, pinos y demás especies de la zona. En Larreineta hay dos opciones; seguir a pie, que es la mejor o coger un autobús, cuesta abajo, para apenas recorrer un kilómetro hasta la Arboleda.

Camino al Argalario

Llegamos a Larreineta, un pueblo de pasado eminentemente minero, como lo denotan sus casas, y a unos 200 metros nos desviamos a la izquierda, por una rampa empinada que nos lleva a Barrionuevo. Aquí todavía se pueden ver sueltas a las gallinas picoteando en el suelo. Al final de las casas hay un lavadero donde no hace tanto tiempo se reunían las mujeres a lavar la ropa. Siempre me acuerdo de los enormes tenderos de ropa, que se secaban rápidamente, pues allí corre muy fuerte el aire y la colada se seca enseguida.

Si te acercas a la orilla izquierda de la explanada se contempla un paisaje majestuoso e impresionante, al fondo se ve la desembocadura de la ría de Bilbao en El Abra así como todos los pueblos y montes de ambas márgenes que miran a la ría. Antes en esta planicie en el mes de agosto se podía recoger cantidad de manzanilla, el campo estaba plagado, y en los corrales entre las piedras había muchos caracoles.

A la derecha del camino todavía se puede contemplar una montaña artificial de color rojizo oscuro de escoria y desechos minerales procedentes de la separación del hierro. Si buscas bien aún se puede encontrar alguna limonita que otra y, por supuesto, cuarzo. De pequeños cuando hacíamos la colección de minerales, aquí veníamos.

Llegados a este punto os propongo dos rutas; una corta que acaba en Ugarte o más adelante en Retuerto y otra bastante más larga que acaba en el Parque de Tellaetxe en Gorostiza (Barakaldo).

Camino de Ugarte

El recorrido es de apenas de 2 kilómetros en constante descenso. Son caminos bastante vallados, pues la principal fuente de riqueza aquí es la ganadería. El camino esta lleno de argomas, helechos y zarzas llenas de moras buenísimas a principios de septiembre. Descendiendo hacía una explanada podremos encontrar cantidad de restos de la industria minera –hornos, lavaderos, cargaderos de mineral- y continuando nos aproximamos a un terraplén –escombrera plagada de escorias-, seguiremos bajando bordeando al final un riachuelo hasta llegar a la altura de las vías de la Orconera. Al lado está el túnel más largo de la Orconera del cual no se divisa el fondo, aquí nos encontramos la Mina de los Alemanes (de críos íbamos a buscar casquillos y balas procedentes de la guerra) donde se está construyendo un tramo de la autovía Supersur. Prácticamente ya estamos en el barrio de Ugarte y ya podemos coger el camino de vuelta cruzando la carretera y esperar el autobús de línea A3144 (Bilbao-Cruces-Barakaldo). Si queremos continuar seguimos la vía de la Orconera a mano derecha y acabaremos en el Barrio de Retuerto en Barakaldo, desde aquí podemos coger cualquier autobús o el metro detrás del Bilbao Exhibition Center (Feria de Muestras en Barakaldo) en la estación de Ansio.

Subida al Argalario

Desde Barrionuevo seguimos el camino asfaltado hacía arriba. También podemos bordear el monte por la derecha a través de un sendero cubierto de restos de mineral, así llegaremos al mismo lugar un montecillo, siempre desde que yo recuerdo lleno de caballos que pastan sueltos en las faldas del monte Bitarratxu al igual que las vacas y algún que otro rebaño de ovejas. Al fondo se divisa el repetidor del Mendíbil, nos aproximaremos a él y continuaremos más adelante hasta el monte más emblemático de Barakaldo el Argalario, como decimos los barakaldeses de Barakaldo de toda la vida. Desde aquí vemos todos los montes cercanos y lejanos. Para mí este es el auténtico balcón de Vizcaya: por un lado los más cercanos como son el Arroletza, Sasiburu, Peñas Blancas y, encima, el Apuko; a continuación el Eretza, y seguidamente el Ganeran, el Pico Mayor, el Pico Menor y el Pico la Cruz; luego girando la cabeza hacía la ría los montes más próximos a Bilbao como son: Artxanda y a la derecha el Pagasarri y el Ganekogorta. En los días claros se ven también el Sollube, el Monte Oiz y los montes del Duranguesado. Después de este cúmulo de imágenes impregnadas en la retina volveremos sobre nuestros pasos a iniciar el descenso de unos 8 kilómetros a través de una carretera asfaltada y sinuosa que desemboca en el barrio baracaldés de Bengolea junto al Parque de Tellaetexe, para mi gusto el parque más bonito del Gran Bilbao, aquí ya estamos en la civilización y podemos coger cualquier autobús que pase por Retuerto o si todavía tienes ganas de andar ir hasta Barakaldo.

La Arboleda

La pequeña localidad de La Arboleda no ha perdido aún el encanto de antaño a pesar del paso del tiempo. Todavía uno puede imaginarse cómo bajaban los tranvías aéreos cargados sus cucharas de hierro para aprovisionar a la emergente y floreciente industria vizcaína a finales del siglo XIX y principios del XX.

Cuando nos asomamos desde Larreineta, parece mentira viendo el paisaje que haya habido tal bullicio de personas de arriba abajo picando la piedra a cielo abierto en busca del oro de finales del XIX: el hierro. En sus buenos tiempos hubo más habitantes que en algunos pueblos colindantes, la inmensa mayoría, gente emigrante procedente de Andalucía, Extremadura, Castilla y Galicia principalmente.

Este caótico paisaje plagado de lagunas artificiales creadas por la inundación de las minas, le confiere al terreno una suerte de belleza artificial creada por el hombre de manera involuntaria debido a su esfuerzo y su trabajo tan poco recompensado en aquellos tiempos. Actualmente en la laguna más grande la gente suele echar la caña, por si pica algo y algún insensato suele bañarse, aunque más de uno se haya ahogado.

Visita obligada

Actualmente la Arboleda es un lugar de ocio y esparcimiento para la mayoría de los habitantes de la margen izquierda del Nervión. Se ha instalado el Campo del Golf de Meaztegi, no sin protestas, pero al final ha primado la economía como siempre.

Al pueblo se accede a través de una calle central escalonada hasta el kiosco, con sus típicas viviendas mineras muy atractivas para el visitante. En el extremo norte del pueblo de La Arboleda se alza el arruinado edificio del hospital de Matamoros.

Si es la primera vez que vienes, es recomendable visitar el Centro Medio Ambiental “Peñas Negras”, a un kilómetro de La Arboleda. En este centro se trata de comprender y hacer comprender la historia geológica de la zona y su historia más reciente. Además, se busca sensibilizar a la población sobre el respeto y el mantenimiento de estos parajes naturales. También en la Arboleda se organizan excursiones a caballo y otra serie de actividades relacionadas con el ocio.

Gastronomía del lugar

Son famosas las alubias rojas del restaurante La Sabina con sus sacramentos, aunque actualmente en el resto de los establecimientos las hay también muy ricas.

Es muy recomendable comprar en la panadería del pueblo el pan de leña, al lado está la quesería, que nos vende un queso de oveja latxa tanto fresco -que es el más famoso- como el semicurado, muy logrados.

Frecuentemente se ven sobre todo a jubilados en busca de setas en los bosques de los alrededores. Como anécdota, hasta hace algunos años todavía se comían los burros recién destetados, y dicen los que la han probado que es una carne excelente.

Camino al Regato, pulmón de Barakaldo

Ascendemos desde la quesería a través de las escuelas al cementerio que está en la parte alta de la Arboleda, desde aquí podemos ver el pantano viejo o de Arnabal. A través de este pantano por ambas márgenes se accede al El Regato, nosotros nos decidimos por la orilla izquierda y bajamos por una especie de laberinto abismal por las muchas vallas y recovecos que nos encontramos a lo largo del sendero hasta llegar a la presa, a partir de aquí tomamos la carretera que baja directamente al El Regato. Si ha llovido mucho los días anteriores en la pared izquierda de la carretera se ven cascadas de agua que van directamente a los sumideros. La única nota negativa del recorrido es encontrarse con la gente que pilota esas motos quars que distorsionan el silencio del paraje y destrozan los caminos.

Al llegar al Regato, otro lugar imprescindible de visitar, podemos hacer dos cosas; o ir andando a Barakaldo a través de un Bidegorri –camino acondicionado para pasear- apenas a 4 kilómetros del casco urbano, o esperar el autobús A3139 de Bizkaibus que sale cada hora, y si tenemos tiempo podemos tomarnos algún pincho -que los hay buenísimos- acompañado de lo que más te guste para hacer tiempo.

DATOS PRACTICOS
Centro de Interpretación de Peñas Negras
Telf. 946 33 80 97
Turismo de Bilbao

Telf. 944 71 57 60
www.bilbao.net/bilbaoturismo

EUSKOTREN
Telf.94 401 99 00
BIZKAIBUS
Telf. 902 22 22 65