Como todos los años Bilbao celebra por estas fechas el popular mercado de Santo Tomás, que este año se adelantó un día pues el 21 de diciembre era domingo. La jornada amaneció fría y gris, pero no se cumplió la tradición y hubo ausencia de paraguas. La afluencia de público rebasó todas las previsiones y cerca de 200.000 personas se dieron cita en la Plaza Nueva y los alrededores del Arenal para degustar los productos típicos del agro vasco, el talo con chorizo acompañado de sidra o el celebre txakolí.

Kiko Martinez
Los orígenes se remontan a finales del siglo XIX. Los baserritarras – aldeanos vascos- se acercaban a Bilbao a pagar a los propietarios de las tierras -que en su inmensa mayoría residían en la capital- las rentas del año, así como les llevaban a sus señores los típicos productos del caserío, capones, alubias, pimientos, nueces, frutas y verduras y demás productos elaborados como mimo por los baserritarras. Las Etxekoandres –ama de caserío- aprovechaban el viaje de sus maridos para instalar unos pequeños puestos en la antigua Plaza junto a la Iglesia San Antón y en los alrededores del casco viejo. Así, vendiendo sus productos podían paliar en parte el pago de la renta anual a sus propietarios.

A partir de 1945 se celebra de manera continuada de la mano de la BBK – Caja de Ahorros- que patrocina este popular mercado dotándolo de puestos y de premios a los mejores productos elaborados por el agro vasco.

Con el paso de los años el mercado de Santo Tomás se ha convertido en uno de los acontecimientos más importantes de la Villa, es el preámbulo de las fiestas de la Navidad en Bilbao y sus alrededores.

Santo Tomás 2008

Este año se han dado cita en Bilbao 140 productores y productoras, en total 286 puestos, la mayoría se ubicados en el Arenal, el resto en la Plaza Nueva.

La distribución de los 140 expositores, fue la siguiente: animales vivos (4), hortalizas (23), pan y pastel vasco (15), quesos (20), plantas y flores (4), frutas (3), miel (6), Chacinas (28), conservas (5), txakoli-sidra (18) y 7 txoznas.

Este año, y a iniciativa del Ayuntamiento, los productos que se adquieren han sido entregados en bolsas de papel reciclable, rechazando así las bolsas de plástico y colaborando de esta forma a mejorar el medio ambiente. También el ayuntamiento ha instalado a las afueras del Teatro Arriaga una guardería para que así los padres hicieran las compras de Navidad sin agobios y libres de preocupaciones.

Los precios este año no desanimaron a la gente. El capón a 30 euros la pieza, el talo con chorizo costaba 5,5 euros, la botella de sidra 3 euros, la de txakolí 6 ó 7 euros y las famosas alubias rondaban según puestos entre 12 y 20 euros. Pecios, a nuestro entender, un tanto disparatados.

A lo largo de la jornada las calles fueron tomadas por la gente con las clásicas bandas callejeras, las danzas populares, los bertsolaris –poetas que improvisan versos- y la trikitritxa, compuesta por el Txistu, el tamboril, la pandereta, la alboka o el acordeón.

Premios

El encargado de la entrega de premios fue el Alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna. En el apartado de aves el ganador fue Juan Antonio Zabala, de Getxo. Y al mejor txakoli el protagonista en esta edición fue José Domingo Txabarri, que acaparó los premios a mejor tinto y mejor rosado llegando a la final en blanco, responsable de las bodegas de txakolí de Zalla que llevan su nombre.

El grupo Oskorri fue el encargado de poner la guinda a la fiesta con un concierto a las 19.30 en la plaza Pío Baroja.

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