El pulmón de España está en Soria: aquí se concentra la mayor masa arbórea de la península
Texto y fotos: Kiko Martínez
La GR 14 es una ruta creada por la Asociación Ibérica de Municipios Ribereños del Duero, es decir todos los municipios que abarcan desde el nacimiento del Duero a su desembocadura. El fin de la Asociación es que sirva de elemento dinamizador no solo en el ámbito cultural sino económico además de un referente en el desarrollo sostenible y el compromiso ecológico. Nosotros vamos a hacer un pequeño tramo de la primera etapa. En total serían 26 etapas, hasta llegar a Oporto.
El recorrido completo de la primera etapa del GR14 va de Duruelo de la Sierra a Vinuesa y mide 35`3 kilómetro. Está considerada la senda verde del recorrido y no olvidemos que el pulmón de España está en Soria ya que aquí se concentra la mayor masa arbórea de la península. La que vamos a realizar en este pequeño reportaje es un tramo asequible a casi todo el mundo que le guste andar. La dificultad es mínima: unos 7 kilómetros con escasas subidas y una prolongada bajada y va del Pico del Águila en Molinos de Duero a Vinuesa.
Para comenzar salimos desde Molinos de Duero por una pista forestal bajo la Peña Domingo Andrés, por un camino ancho y boscoso nos dirigimos hasta la Ermita de Santa Ana, ascendemos el camino forestal hasta un cruce, el camino de la izquierda nos llevaría al principio de la etapa en Duruelo de la Sierra, nosotros tomamos el de la derecha que nos conduce directamente al Pico del Águila, que es en realidad cuando tomamos la GR 14 que ya no abandonaremos hasta el final, perfectamente señalizada, no hay perdida.
En el Pico del Águila cabe reseñar el espectacular paisaje que se contempla desde el mirador. Por un lado se aprecia todo el valle del Duero, y por otro el embalse de la Cuerda del Pozo; al fondo Soria y más allá el puerto de Oncala con sus molinos de viento; y si miramos abajo veremos Salduero y Molinos de Duero. Además de destacar el paisaje es un punto de referencia por el número de antenas que hay así como una torreta de vigilancia de incendios.
A partir de aquí descenderemos por una senda estrecha y sinuosa que transcurre dentro un maravilloso robledal bien señalizado, (quizás la única pega que podemos poner es que no hay ninguna fuente). Pronto llegamos hasta el puente romano de Salduero, pero sin atravesarlo nos dirigimos por una carretera asfaltada dejando a un lado el camposanto hasta la Ermita del Santo Cristo. Seguiremos adelante hasta entrar por la calle principal de Molinos de Duero, cruzamos la Plaza Mayor, pasando junto al frontón y vamos hacia el puente, el cual lo cruzamos por debajo de uno de los ojos, y comenzamos nuestra ruta a través del embalse de la Cuerda del Pozo o de La Muedra en homenaje al pueblo sumergido bajo sus aguas.
En este tramo de la ruta entramos a través de una calzada romana que va por la orilla del embalse (cuando estuvimos, encontramos algunos pescadores recogiendo reteles: posiblemente se pescarían cangrejos). . Supongo que en tiempos de crecida del embalse esta zona será intransitable por las referencias que se ven en las rocas. La vegetación principal de la zona es el pino, roble, espino y brezo. También encontramos manzanilla. Un poco más adelante nos topamos a la derecha del camino –antigua calzada, como decíamos- en la una gran roca que sobresale y que tiene una inscripción romana en un rectángulo. Según parece debió ser del responsable de la construcción de la calzada. Siguiendo la senda llegaremos a la fuente de Hierro y siguiendo un poco más a un arroyo de aguas sulfurosas.
Antes de llegar a Vinuesa y atravesar el puente nos encontramos con la Ermita de San Mateo y las ruinas del antiguo puente romano, la ruta ya está prácticamente finalizada Existe otra alternativa para llegar aquí desde Molinos de Duero: tomando la vieja carretera que nos lleva al embalse, cogeremos una pista que nos sale a la izquierda y que nos sube hasta el Cerro del Sombrero. En este lugar se junta con una de las principales vías pecuarias de la Península, la Cañada Real Galiana o Riojana (no está señalizada, pero sus límites quedan entre el final de bosque de pino replantado y una valla. En realidad es la bajada natural – tortuosa y llena de piedras- hacia la ermita de San mateo y, por tanto, al puente que cruza el río hasta Vinuesa. Una baliza nos marca el camino. Junto al puente actual se observan los vestigios del antiguo puente romano, inundado hoy por las aguas y previamente expoliado por algunos lugareños que utilizaron buena parte de sus piedras para construir sus casas.
Todo el norte de Soria constituyó en su día una de las principales partidas de la Mesta. Los ganados que agostaban en estos montes iban confluyendo por diversas veredas y cordeles hacia las grandes Cañadas Reales de la zona: la Soriana y la Galiana o riojana, que a su vez tenían diversas variantes, según fueran los ganados a Extremadura, suroeste de Castilla La mancha o Andalucía. En concreto, la Cañada Real Galiana recoge los ganados de los agostaderos cameranos de Hoyos de Iregua y Sierra de Cebollera y Urbión. Y ya que hemos hablado de la cultura trashumante, añadir que los puentes se solían utilizar como contaderos de cabezas de ganado.
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