Sangüesa es una localidad de cinco mil habitantes conocida por una de las joyas más relevantes del románico en el mundo, la portada de Santa María, pero también por ser una ciudad llena de historia marcada por el Camino de Santiago. Hace ahora 350 años, concretamente el 22 de abril de 1665, Sangüesa obtuvo el título de ciudad, una conmemoración que se está celebrando a lo largo de 2015 con todo tipo de actividades culturales.

Texto : Turismo de Navarra

Fotos: Fotografías cedidas por el Archivo de Turismo ‘Reyno de Navarra’

Sangüesa tuvo la categoría de villa hasta hace 350 años, cuando pasó a tener el título de ciudad, según figura en el documento conservado en su ayuntamiento y que firmó el duque de San Germán, virrey de Navarra en aquel año en el que murió Felipe IV y le sucedió Carlos II, el último de los Austrias. Desde aquel lejano día de 1665, la población recibió el nombre de la “Muy noble y muy leal ciudad de Sangüesa, cabeza de su merindad”, una distinción que le aportaba importantes beneficios en la época.

Situada a 44 kilómetros de Pamplona, Sangüesa es la localidad más importante de la Navarra media oriental. El mayor tesoro de la ciudad es una de las obras cumbre del románico, la iglesia de Santa María la Real. Su portada, centrada en el juicio final, muestra también escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, animales monstruosos, leyendas o los estamentos de la sociedad medieval. El templo, declarado monumento nacional en 1889, se levantó entre los siglos XII y XIV.

Iglesia Santa María la Real - Patxi Ruiz

La primitiva ciudad estuvo emplazada sobre un cabezo rocoso, la actual villa de Rocaforte, que hizo de frontera ante el avance de los musulmanes, pero la Ruta Jacobea propició en el siglo XII el nacimiento en el llano, de Sangüesa la Nueva, que rápidamente se convirtió en villa importante del Camino de Santiago procedente de Somport. Su paseo por el casco histórico descubre la monumentalidad de la ciudad, con ejemplos tan bellos, en la calle Mayor, como los palacios de Añués (XV), Iñiguez-Abarca (XVIII), la Casa Consistorial(1570), que posee una preciosa galería porticada, las casas de París Iñiguez Abarca y de los Sebastianes.

La calle Alfonso el Batallador, que nace de la calle Mayor lleva al palacio Vallesantoro, actual Casa de Cultura, coronado por uno de los aleros de madera más espectaculares de Navarra; a la iglesia de San Salvador (XIV) y al convento del Carmen (XV) con claustro del XIII. En su recorrido, viajeros y turistas pueden disfrutar de otras joyas artísticas como la iglesia de Santiago (románica y gótica), el convento de San Francisco de Asís (XIII) o el Palacio Príncipe de Viana, que recuerda la época en que Sangüesa fue corte de los Reyes de Navarra.

Palacio Fortificado de Sanguesa

Sangüesa es una localidad en la que se organizan todo tipo de actividades culturales y artísticas, algunas tan antiguas como el Auto Sacramental de los Reyes Magos, que tiene lugar cada 6 de enero y que es uno de los cinco que se conservan en España. La ciudad es también un buen ejemplo de la cocina navarra tradicional, especialmente por sus alubias pochas y algunas especialidades reposteras como los huesos de Santo o las virutas de San José.

Muy cerca de Sangüesa se pueden visitar lugares emblemáticos como el monasterio de Leyre, el castillo de Javier o las foces de Lumbier y Arbaiun, rincones emblemáticos de los Pirineos que nos llevan a los valles de Roncal y Salazar.

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