Lugares atractivos todavía no descubiertos por los turistas

Enrique Sancho.

 
Tienen en común playas vírgenes de blanquísima arena, aguas transparentes, naturaleza exuberante, infraestructuras adecuadas, cálidas temperaturas, gente acogedora… y, sobre todo, ser lugares que aún no están invadidos por las masas de turistas. Son espacios para descansar, practicar deportes, descubrir paisajes y culturas diferentes, olvidares del mundo… y de la crisis.

Son tres de las nuevas apuestas del turoperador Iberojet (www.iberojet.es), uno de los más importantes de España y destacan como originales entre sus más de cien destinos para el próximo verano. Además, se proponen a precios muy atractivos.

Roatán, el paraíso recién descubierto

Roatán es la joya de Honduras, un país y un destino turístico bastante desconocido en España hasta ahora. Esta propuesta permitirá descubrir y disfrutar de un lugar que ya fue codiciado hace siglos y cuyo nombre en el idioma de los primitivos indígenas quiere decir «Reino Celestial», toda una premonición y, además, la mejor definición.

Junto con sus hermanas Utila y Guanaja, a 30 kilómetros de la costa, forma el conjunto de las llamadas Islas de la Bahía. Sus señas de identidad son las mismas que definirían un paraíso de vacaciones: playas de arena blanca, aguas limpias y transparentes, colinas cubiertas de sorprendente jungla tropical, un diverso y único arrecife, personas agradables, culturas únicas y auténtico encanto caribeño. Los isleños poseen una enigmática belleza que se traduce en cabellos rizados, ojos expresivos y pieles que se debaten entre el moreno tostado y el negro más dulce. Como a algunos gustan definirlas, estas islas son el secreto mejor gustado del Caribe.

Bueno, no tanto, porque su popularidad comienza a aumentar y, aunque casi todos los que vienen aquí buscan el anonimato, los hay que cuentan que en sus tranquilas playas han visto en ocasiones a Tiger Woods o Julio Iglesias o a estrellas de cine como Jaclyn Smith, Richard Gere, Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, algunos con sus propias casas o restaurantes en la isla.

Roatán y las otras islas forman parte de los Cayos Cochinos que además de ser una de las principales zonas turísticas de Honduras, está incluidas dentro de un parque nacional que preserva la naturaleza. Sus playas estupendas, de arenas blancas y aguas cristalinas, están protegidas por un diverso y maravilloso arrecife de coral que circunda la isla, el segundo más grande del mundo, y que durante muchos años protegía a las islas de los piratas de las armadas española y británica que no conocían los pasos a través de ella. En sus tierras los navegantes sin bandera escondían también sus tesoros o se refugiaban de las tormentas, pero hoy, lamentablemente, de aquel pasado aventurero solo quedan los nombres que se usan para llamar a las tabernas, hoteles y restaurantes. Aunque algún intrépido todavía sueña con encontrar algún tesoro escondido. Pisar su suelo es pisar el mismo suelo por el que siglos atrás caminaron piratas como Coxen Hall, que terminó dando nombre a la capital de la isla.

En este paraíso natural no faltan las propuestas para disfrutar de la fauna y la flora a corta distancia. Por ejemplo, se puede visitar el Roatán Butterfly Garden, a solo cinco minutos de la entrada principal del West End Village y observar la variedad de mariposas con curiosos nombres como la lechuza, cebra, helicóptero, petardo, Julia, atardecer de ala larga, monarca y reina. Roatán es un destino especialmente querido por los buceadores, cualquiera que sea su nivel, y amantes del océano. Muy cerca de las Islas de la Bahía, se encuentra la segunda barrera de arrecife más grande del mundo, que es el hogar de una gran diversidad de plantas acuáticas y peces, además de corales, esponjas de varios colores, cavernas coralinas, restos de naufragios. Los amantes del buceo, el snorkeling, la natación o la navegación en pequeños barcos, encontrarán muchas aventuras en la isla de Roatán.

Natal, el imperio del sol

Sobre Brasil y sus diversos y abundantes atractivos turísticos parece estar todo dicho. Pero en este inmenso país todavía existen nuevos lugares que descubrir, nuevas bellezas y contrastes. Este es el caso de Natal, capital del Estado de Río Grande do Norte.

Grandes peñascos y acantilados, ríos que desembocan en el mar y manglares vibrantes de vida natural son algunos de los encantos que rodean a esta ciudad y la convierten en una de las principales opciones turísticas brasileñas. En Natal es posible disfrutar de más de 300 días de sol al año, una temperatura promedio de 26ºC y magníficas playas que son una invitación para el relax y el baño de mar. Dunas blancas enmarcadas por palmeras, arenas finísimas, aguas claras y tibias…, todo en ese lugar se une para que la estancia en Natal sea lo más agradable posible. Y por si fuera poco, Natal goza del aire más puro de las Américas, según la NASA.

Natal no posee grandes edificios coloniales, ni un patrimonio artístico digno de mención, pero las formidables arenas de su Vía Costeira, extendiéndose ininterrumpidamente desde la Playa de los Artistas hasta Punta Negra, diez kilómetros más allá, atraen a miles de turistas que pueden disfrutar en cualquier época del año del clima más benigno, el mar más limpio y templado y las arenas más finas y acogedoras de toda América.

Un poco más allá, en la playa de Maracajaú, los amantes del buceo pueden disfrutar de hermosos arrecifes de coral antes de llegar a la Punta del Calcanhar, donde se levanta el faro más alto de América, de 65 metros, o a la ciudad de Touros, ciudad histórica donde se firmó el tratado que marcó el nacimiento de Brasil como nación, apadrinado por Américo Vespucio, quien dio nombre a todo el continente.

Aunque con esas playas y ese paisaje, tal vez no entren ganas de adentrarse en la ciudad, Natal es una villa moderna, agradable, limpia, luminosa y segura. Su monumento más famoso (y casi el único) es el Forte dos Reis Magos que data del 25 de diciembre de 1598 cuando los portugueses se establecieron en la desembocadura del río Potengi, de hecho, de ese día de Navidad (Natal en portugués) viene el nombre de la ciudad. El fuerte queda aislado durante la marea alta y hay que acceder por una pasarela peatonal. Otro edificio singular es la antigua prisión, trasformada ahora en Centro de Turismo en el que en cada celda es un escaparate de la artesanía de la región. Todos los jueves hay una sesión del baile del lugar, el «forró», con los turistas.

Otro de los lugares atractivos de Natal es el Parque das Dunas, el segundo más grande parque urbano de Brasil, en el que se pueden encontrar senderos, pistas para caminatas y varias alternativas de esparcimiento para niños y adultos. Hay que aprovechar la estancia en Natal para probar su gastronomía un tanto peculiar, como la carne de sol, paçoca de pilão, queijo de manteiga, y otros platillos preparados a base de frutos de mar, que componen un menú elaborado por la creatividad de su pueblo.

Gambia, reserva natural

El sol y las doradas playas han convertido a Gambia en un lugar de vacaciones y escapadas, sobre todo en invierno, para muchos europeos. Pero además de sus buenas playas y de sus complejos hoteleros, en Gambia vale la pena conocer sus reservas naturales y las ruinas de antiguos centros de esclavos.

Quien quiera extraer la esencia de Gambia debe tomar el sol en la playa de Serekunda, observar aves en la Reserva Natural de Abuko, descender el río Gambia y observar la flora y la fauna alrededor, probar el domodah, un guiso de cacahuetes con arroz o el benechin, arroz con una espesa salsa de pescado y verduras, regado con JulBrew, refrescante cerveza local. Solo algo no hay que hacer: silbar cuando ha oscurecido; es tabú.

Gambia es un país muy llano, cuya altitud no sobrepasan los 300 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra plenamente rodeada por territorio de Senegal al norte, sur y este; en el oeste está el Atlántico. El país se encuentra atravesado de este a oeste por el río Gambia que lo divide en dos partes bien diferenciadas. La mitad de su recorrido es navegable, plagado de meandros, alcanzando en su desembocadura una anchura de diez kilómetros. Se dice que las fronteras del país se trazaron siguiendo los cañonazos a babor y estribor de un buque de guerra inglés mientras subía el río Gambia.

Cerca de su desembocadura se encuentra la Isla James, usada antiguamente como puerto de salida del comercio de esclavos y que está declarada por la UNESCO en 2003 como Patrimonio de la Humanidad. La Isla Jacobo o James, contiene numerosos vestigios de la penetración europea en África, desde el siglo XV hasta la independencia del país. El cauce del río, constituye la primera ruta comercial hacia el interior del África occidental y en su momento fue una base para el comercio de esclavos. Los vestigios de este tráfico constituyen, no sólo un importante patrimonio histórico, sino también un símbolo para la Diáspora africana.

No es éste el único Patrimonio de la Humanidad de este pequeño país de apenas 11.295 kilómetros cuadrados, también tienen este reconocimiento desde 2006 los Círculos megalíticos de Senegambia. Consisten en cuatro grandes grupos de círculos megalíticos, que representan una extraordinaria concentración de 1000 monumentos. Los cuatro grupos, Sine Ngayène, Wanar, Wassu y Kerbatch suman 93 círculos de piedra.

Además de las playas, sus mejores encantos son las reservas naturales, su vegetación y su fauna. La vegetación, que es rica y variada, depende del río. En el estuario y la costa atlántica -plagada de numerosos ramales- se puede encontrar un paisaje tupido de manglares y cañaverales; mientras las zonas bajas de agua dulce, río adentro, están cubiertas de un hermoso y exuberante bosque tropical, siendo el bambú lo más característico. Hay también grandes áreas pobladas de árboles como el cedro, caoba, caucho, palma de aceite… aunque es el baobab el más majestuoso, casi un símbolo nacional.

En cuanto a la fauna se puede encontrar, según el curso del río también, cocodrilos, hipopótamos, leopardos, jabalíes, antílopes, monos, chimpancés… Pero quizás lo más importante sea la gran variedad de aves, que, con más de 550 especies catalogadas, hacen del país un verdadero paraíso para los amantes de la ornitología.

Más información de las propuestas:

Roatán: 9 días / 7 noches, el precio incluye Vuelo Madrid – Roatán (vía Cancún) – Madrid. • Alojamiento en habitación doble, régimen de Todo Incluido Hotel categoría Primera Superior • Traslados aeropuerto – hotel – aeropuerto. • Seguro de viaje. Desde 1.685 euros por persona. En agencias de viajes y www.iberojet.es.

Natal: 9 días / 7 noches, el precio incluye Vuelo Madrid – Natal – Madrid. • Alojamiento en habitación doble, régimen de alojamiento y desayuno Hotel Coral Plaza (Prim.Sup) • Traslados aeropuerto – hotel – aeropuerto. • Seguro de viaje. Desde 1.027 euros por persona. En agencias de viajes y www.iberojet.es

Gambia: 9 días / 7 noches, el precio incluye Vuelo Madrid – Banjul – Madrid. • Alojamiento en habitación doble, régimen de alojamiento y desayuno Hotel Sunset Beach (Turista) • Traslados aeropuerto – hotel – aeropuerto. • Seguro de viaje. Desde 629 euros por persona. En agencias de viajes y www.iberojet.es