No sabemos si su espíritu emprendedor lo aprendieron trabajando en el restaurante de la Ciudad Financiera del Santander, pero sí es de admirar que estos tres jóvenes cocineros -y no precisamente inexpertos- se hayan embarcado en esta aventura teniendo en cuenta los tiempos que corren.
Texto: Txusa Karra
Fotografías: El Triciclo
El currículo de estos emprendedores pasa por el Diverxo, Las Rejas, La Broche… Su cocina es de producto, yendo desde lo fresco y sencillo a lo más elaborado, teniendo también la posibilidad de pasearte por la gastronomía popular de algunas regiones. El producto es bueno y da la sensación de elaboraciones sencillas, aunque solo aparentemente. Los platos están equilibrados en los sabores no hay estridencias.
Suelen tener diferentes tapas como patatas chips caseras, brandada, etc. De comer, canelones, steack tatar, mojete, pollo de corral, raviolis de rabo de toro, bacalao al pilpil, torrijas, mojito. Suelen cambiar la carta, lo cual es de agradecer. En esta temporada que nos encontramos tocan setas. Su carta de vino no es extensa pero esta muy bien seleccionada.
Además, en El Triciclo se practica una fórmula para tiempos de crisis ya que ofrecen medias raciones e incluso un tercio de ración, lo que nos permite disfrutar de pequeños bocados de placer al alcance de todos los bolsillos. Y se pueden consumir en la barra o en el restaurante. La arrogancia –que encontramos en algunos locales de renombre- brilla por su ausencia y lo que destaca es más bien la sencillez con buen gusto, lo que entendemos como un signo de profesionalidad.
En resumen, una apuesta por la cocina sencilla pero elegante en los sabores y en la elaboración: una buena propuesta. Es de agradecer que se abran estos locales que podríamos calificar como sinceros.
C/Santa María 28 -Madrid
