Enclavado en la localidad francesa de Sochaux, el Museo presenta piezas únicas del desarrollo industrial desde 1810 hasta nuestros días en 6.000 m2. Herramientas, máquinas de coser, molinillos, bicicletas, el primer coche motorizado de gasolina, los iniciales vehículos fabricados artesanalmente y en cadena, motos, el mundo de las carreras… Una de las colecciones más completas del mundo de la automoción
Redacción
Peugeot es una de las marcas más polifacéticas hoy en día. A sus de sobra conocidos coches y motos, la casa francesa suma las creaciones de su afamado Peugeot Design Lab, que acerca el futuro diseñando los helicópteros, yates, muebles, tranvías o pianos más exclusivos del mundo. Pero, además, Peugeot tiene una vasta historia creativa detrás, reunida en parte en su Museo de la Aventura, que recoge una de las muestras más completas que una compañía de automoción puede juntar hoy en día. Un repaso por la historia reciente del ser humano contada a través de la marca del león.
El museo, situado en la localidad de Sochaux, al este de Francia, es obra de la asociación ‘La aventura de Peugeot’, creada en 1982. Su presidente, Pierre Peugeot, definió un trabajo de recolección de piezas históricas de la marca que abarca desde 1810 hasta nuestros días, y cuyo trabajo desemboco en la apertura de este espacio expositivo en 1988.
Los primeros productos Peugeot
La primera parte de los 6.000 m2 con los que cuenta el museo está dedicada a productos de las primeras actividades de Peugeot antes de ser fabricante de coches: desde artículos laminados o cuchillas radiales al primer ‘Grand-Bi’ (mítica bicicleta con una rueda enorme delante y otra pequeña detrás), pasando por herramientas varias, molinillos o máquinas de coser. También se pueden observar los registros oficiales de Peugeot y sus gráficos de ventas en el año 1848, cuando la compañía se llamaba ‘Peugeot Frères’.
Los vehículos pioneros
La segunda parte habla de los pioneros, el periodo desde 1891 hasta 1904, en el que se encuentran los coches más antiguos del mundo, incluyendo el ‘vis-a-vis’ de 1891, el primer coche motorizado de gasolina de la historia. Del periodo 1905-1918 destaca el famoso ‘baby Peugeot’, del que se producen 3.000 unidades coincidiendo con el inicio de la producción industrial. Por último, de los años entre 1919 y 1935 se puede contemplar el Quadrilette 161, digno representante de la fabricación en cadena de coches pequeños, una novedad por aquel entonces.Los excesos de los ‘violentos años veinte’ se plasmaron en el Landaulet 184, un auténtico coche blindado. Y, por supuesto, el museo contiene los primeros modelos con nomenclatura solo con tres dígitos, santo y seña actual de Peugeot, que comenzó con la generación 1 y con el legendario 201 en los años 30, del que se produjeron 142.000 unidades.
La producción masiva
La producción masiva coincide con los primeros coupés y cabriolets, en 1940, y con modelos accesibles a todo el público a partir de 1950. De hecho, si del Peugeot 402 se fabricaron tan solo 75.000 unidades, de su sucesor, el 403, se fabricarían más de 1,3 millones. El periodo comprendido entre el 1950 y el 1970 serían conocidos en Peugeot como los ‘Treinta Años de Gloria’. Esta es la época del 203, el único modelo de la marca hasta 1955; del 404, que se convirtió en el símbolo de Peugeot en África y Sudamérica; y con la fabricación, ya llegando a la década de los 80, de la generación 5 y el auge del coche privado y familiar.
Los vehículos comerciales y temáticos
Destacar también la sección de vehículos comerciales. El Museo de la Aventura de Peugeot guarda vehículos que van de 1894 a 1990 destinado a transporte de bienes o de personal, de emergencias, bomberos, ambulancias o, incluso, destinados a uso militar. Entre estos modelos míticos destaca el DMAH de 1948.
Motos y bicicletas
La configuración del espacio destinado a motocicletas y bicicletas también abarca más de un siglo, desde la ‘Grand-Bi’ de 1882 hasta la ST Scooter de 1987. En esta área también se pueden encontrar modelos de competición, como la moto poseedora del récord de 118 km/h en las 24 Horas de Montlhery de 1935 (la 515) o la bicicleta con la que Bernard Thevenet consiguió ganar el Tour de Francia en 1977.
Motorsport
La sección de competición se encuentra destacada, ya que entre los laureados modelos exhibidos están los campeones de las 24 Horas de Le Mans en 1992, 1993 y 2009, los famosísimos 905 y 908, y el doble campeón del mundo de Rallys en 1985 y 86, el Peugeot 205 Turbo 16.
Por último, para todo aquel que lo desee, la visita al museo se puede completar mediante cita previa con un tour guiado por la fábrica del Grupo PSA en Sochaux, la mayor factoría automovilística de Francia.
Más información en www.museepeugeot.com