Cuando alguien se pone los listones a sí mismo corre el riesgo de situarlos demasiado altos y esto ocurre cuando el nivel de exigencia es máximo. En esta tesitura ha estado la familia Rodero (Pago de los Capellanes, Pedrosa de Duero) cuando ha querido introducirse en el mundo de los blancos. No valía cualquier cosa. El reto era dar a luz un vino que cumpliera, no con lo que el mercado pueda aconsejar, sino con sus propias –y altas- expectativas de calidad ¡Y vaya si lo han conseguido! Paco Rodero y su familia han logrado atrapar una luna muy especial.
Texto: Manuel Moraga
Fotografias: O Luar do Sil
El reflejo de la luna sobre el río Sil o, lo que es lo mismo, O Luar do Sil, ese es el nombre del proyecto blanco de la familia Rodero: “La Ribera del Duero es una zona de tintos fundamentalmente –comenta Paco Rodero– , así que nos pusimos a observar los vinos que nos gustaban y tras estudiar diferentes Denominaciones pudimos comprobar que el godello de Valdeorras era idónea para la idea de vino que queríamos conseguir: untuosos, completos, largos en boca y además puedan ganar con el tiempo. En definitiva, con el godello podíamos elaborar un vino que estuviera a la altura de nuestros tintos”.
La zona vitícola de Valdeorras está ya pegada a Castilla y León y tiene unas características muy especiales: son suelos muy pizarrosos, los viñedos son más bien pequeños (condicionados por la orografía) y además se buscaron viñedos viejos. Todo lograr la mejor materia prima posible. Así, la bodega está en Seadur y las uvas proceden de los términos de Petín y El Barco de Valdeorras. Por otro lado, al estar cerca ya de la meseta el clima no es tan lluvioso como en otras áreas de Galicia y en verano hace mucho calor, lo que repercute en la maduración óptima de la uva.
Todo en O Luar do Sil es muy exclusivo porque en realidad “no hay muchas hectáreas de godello en esta zona”, así que la búsqueda tuvo que ser necesariamente muy exhaustiva. Pero una vez conseguidos los viñedos que consideraron más apropiados solo quedaba poner manos a la obra: tratarlos con esmero y mimar su fruto. Así nació hace tres años el primer O Luar do Sil. El que nosotros probamos es el 2015: “La vendimia se hizo a mediados de septiembre, manual, en cajas de 15 kilos y ya seleccionamos mucho en el campo. Aun así, volvemos a seleccionar en bodega en cinta”. Tras el despalillado, pasa a macerar a no más de 8ºC “porque queremos extraer la máxima expresión de la uva”. Después se prensa a baja presión, se trasiega para quitar las lías gruesas y se fermenta el mosto con levadura seleccionada a temperatura controlada durante 14 días en depósitos de acero inoxidable. Una vez fermentado, se conservan las lías finas para ganar untuosidad, volumen y potencia aromática.
La bodega también dispone de barricas de roble francés y de acacia para la elaboración de blanco fermentado en ellas y, en estos casos, “la elaboración se realiza conjuntando las parcelas que son más similares; esos vinos se van catando y según haya venido el año se va jugando con una madera u otra, o se deja más o menos tiempo en lías. Cada año es diferente y tomamos decisiones en función que cómo ha sido”. Pero volviendo al godello sobre lías, a los seis meses se clarifica de manera natural y tras el embotellado, el vino se deja un tiempo más en reposo “porque estos vinos necesitan sosiego y que evolucionen un tiempo porque sabemos que estos vinos ganan mucho en botella”.
Toda aquella búsqueda, todos esos cuidados en el viñedo, todo ese esmero en bodega tenía una finalidad que debe expresarse en la copa: “En esa copa se va a encontrar el terroir. Se va a encontrar una amabilidad en el vino, un godello bien maduro y que ha evolucionado perfectamente. Quien lo pruebe se va a trasladar a aquella zona que es preciosa, una auténtica maravilla, con las montañas, el río, el lago… Eso es lo que hemos querido que se perciba en O Luar do Sil”.
Transformar el reflejo de la luna sobre el Sil, con todo su entorno, es un sueño que solo está al alcance de locos soñadores, como deben serlo en esta familia: “Fue mi esposa Conchita Villa, que es muy inquieta, la que promovió el proyecto, con la ayuda de nuestra hija Estefanía. Esta aventura es en el fondo la filosofía de una familia”, concluye Paco Rodero.
Nuestra experiencia de cata
Todo y nada destaca en O Luar do Sil godello sobre lías 2015. Es decir, es un vino con cierta complejidad, con un abanico amplio de matices pero ninguno predomina en exceso. Aromáticamente la fruta madura convive con notas silvestres, con recuerdos cítricos y con toques minerales según se va abriendo. Y en boca lo mismo: ofrece sensaciones dulces al principio, pero también amargos cono una cierta salinidad y mineralidad. Es un vino con volumen, amplio y largo, va dejando huella en toda la boca pero que siempre se muestra fresco. Digamos que O Luar do Sil tiene una conversación inteligente con el degustador, sobre todo para quienes huimos de los vinos planos: Complejidad, equilibrio, armonía, personalidad… ¿Qué más se le puede pedir a un vino? Por eso, para nosotros, Luar Do sil Godello sobre lías 2015 es uno de los mejores vinos de España
¡Salud!
El equipo de recreatuviaje.com realiza la sección ‘De Vinos’ en el programa ‘Degustar España’ dirigido por Paloma Zuriaga en Radio 5 Todo Noticias (Radio Nacional de España) los sábados de 12:05 a 12:30.