Por sus museos, por su modernidad, por su dinamismo, por su historia, por su multiculturalidad y por muchas razones más, Berlín es una de las ciudades más visitadas de Europa. Y para conocerla bien hay que empezar por asegurarse un alojamiento que nos haga fácil y confortable la estancia. Después de varias incursiones en la capital alemana nos quedamos con el Gat Point Charlie, un hotel perfecto para españoles.
Texto: Txusa Karra
Fotos: Gat Point Charlie
Quizá no tenga el encanto de las viejas ciudades europeas ancladas en el tiempo, pero sí cuenta con algunos de los mejores museos del mundo y una vitalidad cultural que la sitúa en la vanguardia del viejo continente. Decididamente, Berlín es una ciudad imprescindible. Prueba de ello es que nosotros acudimos a ella prácticamente cada año. La última vez fue a primeros de diciembre de 2015 y descubrimos un hotel que merece la pena destacar: y eso es justo lo que queremos hacer en este artículo. Se llama Gat Point Charlie.
Para empezar hay que remarcar su inmejorable ubicación. Efectivamente, como se deduce de su nombre, el hotel está al lado del mítico Check Point Charlie, el paso fronterizo más famoso del Muro de Berlin. Es decir, en pleno centro del barrio de Mitte y por tanto a tiro de piedra de la puerta de Brandenburgo, El Reichstag, Potsdamer Platz, el Memorial del Holocausto, la Friedrichstrasse (con sus tiendas, restaurantes y bares), la Gendarmenmarkt o, un poquito más allá -pongamos 15 minutos como mucho- la Isla de los Museos. También los más andarines pueden acercarse a pie hasta el variopinto barrio de Kreuzberg o a la famosa Alexanderplatz con su torre de comunicaciones y su reloj mundial. Pero si el visitante prefiere viajar en transporte público, tiene también al lado varias estaciones de metro y paradas de autobuses.
Lo primero que nos llamó la atención de este hotel fue su diseño, desenfadado, cálido, acogedor, muy urbano y decorado con gusto. Inmediatamente después percibimos que en recepción se habla perfectamente español. Y no solo en recepción, también los chicos y chicas que atienden en el desayuno y en el bar hablan nuestro idioma, lo cual es una gran ventaja. Posiblemente la explicación sea que el hotel, en realidad la cadena hotelera Gat Rooms, fue fundada por nuestro compatriota, Jaume Serra. Hoy, la gestión de la cadena –también hay un Gat en Lisboa- está en manos de sus hijos, Bibiana y Alex Serra. Sea como fuere, el caso es que la mayoría de los empleados del hotel hablan perfectamente español.
Además, hay que destacar la amabilidad con la que todo el personal nos atendió en todo momento: “Nuestros clientes se dirigen mucho a la recepción para pedir indicaciones, buscar recomendaciones… para nosotros es esencial contar con un equipo (sobre todo el que esta de cara al público) que sea amable, entregado, siempre dispuesto a ayudar y con la mejor predisposición”, nos comentó Arantza Egaña, responsable de Marketing.
Arantza nos contó también que el Gat Point Charlie dispone de 140 habitaciones (12 individuales, 112 dobles –categoría estándar y superior-, 3 triples y 13 Junior Suites). Se nota que la comodidad es un objetivo para ellos porque es un hotel en el que verdaderamente se descansa: nada mejor que un colchón y una almohada confortable para terminar los días que en Berlín siempre resultan agotadores por la cantidad de cosas que ver y hacer. Un buen descanso garantiza fuerzas para el día siguiente, eso sí, con un buen desayuno. Justamente el desayuno es también uno de los servicios más valorados por los clientes que visitan este establecimiento. Recomendamos el yogur, el zumo, la bollería (los croissants merecen la pena) y el salmón marinado. Un buena tostada con salmón y aceite de oliva es una inyección de energía y salud para empezar el día.
Todo en general resulta desenfadado en el hotel: la decoración, los colores… y los clientes. Aunque lógicamente el perfil de cliente es diverso, lo cierto es que en la semana que estuvimos coincidimos con muchos españoles jóvenes y de mediana edad. También vimos clientes de otras nacionalidades (italianos, franceses, sudamericanos) y, curiosamente, también muchos alemanes. Nosotros, además, coincidimos con varios artistas de proyección internacional: el grupo Vetusta Morla, Rosario La Tremendita (cantaora), Rocío Molina (bailaora), Sara Calero (bailarina) y Gema Caballero (cantaora). Vetusta Morla estaban terminando su gira alemana y la alta concentración de artistas flamencos se explica por la coincidencia con el Festival Flamenco en Berlín (primera semana de diciembre), organizado por promotores españoles entre los que se encuentra el Instituto Cervantes de esta ciudad. Por lo que nos comentaron, también el Gat Point Charlie colaboraba con este evento, así que un ambiente muy-muy español. También nos enteramos de que por este hotel han pasado personalidades como Ferrán Adrià, Pilar López de Ayala, Luis Tosar o Isabel Coixet… Como vemos, tiene una clientela bastante interesante.
En definitiva, pensamos que Gat Point Charlie colmó con creces nuestras expectativas. Su ambiente divertido, la cercanía de sus empleados, los desayunos y un descanso de calidad propiciaron una gran semana en el Berlín de los museos, de los mercadillos navideños, de los ambientes alternativos, de la danza contemporánea (y en esas fechas, también de la danza flamenca) y de la multiculturalidad. En medio de ese cosmopolitismo, el Gat Point Charlie nos hizo sentirnos como en casa.Os lo recomendamos.
http://hotelgatpointcharlie.com/