La Feria de Abril es uno de los emblemas de Sevilla. En este artículo profundizamos en la historia de un acontecimiento que moviliza a toda la ciudad y que es uno de los reclamos turísticos más importantes de la capital hispalense.
Texto: Txusa Karra
La primera Feria de Abril se celebró los días 19, 20 y 21 de Abril del año 1847 y aunque parezca paradójico se debió a un proyecto de un vasco y un catalán; José María de Ybarra y Narciso Bonaplana. En un principio, como otras muchas ferias, se creó como una feria de exposición ganado, y en ella se otorgaban premios al mejor caballo, mejor semental, carneros, yeguas….Los premios podían rondar desde los 2000 a 6000 reales dependiendo de las categorías. También se regalaban unas espuelas de plata a jinetes de la Escuela Española.
Cartel de la Feria de Abril 1917
La zona conocida como El Prado de San Sebastián y La Tablada fue el lugar escogido para pastar los ganados. Además se construyeron abrevaderos al lado de San Bernardo y colindantes a la Fábrica de Tabacos. En la Puerta de San Bernardo se dispuso una zona de ocio con cafetería que sería el lugar escogido para realizar los diferentes negocios que surgían en las ferias de ganado, especialmente la trata, para cuyo negocio los gitanos eran verdaderos expertos.
Las ferias además eran un lugar de encuentro de miles de personas y en torno a ellas se montaban puestos de todas clases, desde frutas hasta joyería pasando por la juguetería, aperos de labranza, sillas de montar y bocados. Estos puestos se colocaban entorno a la puerta de la Carne y San Bernardo.
Las corridas de toros estuvieron ya en la primera feria los toros pertenecían a las ganaderías de Taviel de Andrade y Curro Cúchares, para los diestros Lavi, Juan Lucas Blanco y Manuel Trigo. Está documentado que en el año 1863 instaló sus carpas el Circo Price, que un año después hay fuegos artificiales y que en 1874 aparecen las primeras bombillas eléctricas: hasta entonces la iluminación se realizaba con gas y anteriormente con petróleo. El aroma debería ser embriagador, entre el petróleo, el ganado, los puestos de comida y las churrerías.
Es a partir de 1877 cuando se cuelgan farolillos de papel y guirnaldas por las calles. En 1885 se elaboran los primeros arcos y las casetas hacen su aparición en los años 90 del siglo XIX. En 1914 y coincidiendo con la Feria se inaugura el Parque de María Luisa y en 1930 la Exposición Ibero Americana.
La Feria sufrió los devaneos de la Guerra Civil y la miseria de la postguerra. Es en el año 1953 cuando se alarga la Feria y dura 6 días. En el año 1964 sufre un incendio destruyéndose 64 casetas y ocasionando un muerto. El enclave actual en los Remedios data del año 1973.
La Feria es una algarabía donde se mezclan, luces, colores, música y el olor de las casetas donde se fríen pescaítos, se guisan arroces, se asan viandas, se bebe fino y manzanilla, y todo un espectáculo es el paseo de caballos, donde tanto jinetes como las caballerías van perfectamente engalanados, ellos con su traje campero y ellas con su traje flamenco.
Otra cosa que nunca falta son los toros, una de las ferias taurinas más importantes y prestigiosas de toda España y en una plaza de toros de gran belleza como es la Maestranza.
Hay que decir también que la Feria de Abril no es precisamente una celebración popular al cien por cien, en el sentido de que la posibilidad de diversión depende de las redes sociales de cada asistente. Las casetas privadas ponen el punto clasista, si lo comparamos con otras fiestas de alcance internacional como los Sanfermines de Pamplona o los Carnavales canario y gaditano. Aun así, merece la pena vivir la experiencia al menos una vez en la vida. Lo de repetir, allá cada cual.
