Si se hiciera una estadística, la Comarca de la Sidra, en Asturias, saldría como uno de los lugares del planeta con más rincones para perderse y para encontrarse. También como el territorio con mayor variedad de verdes. Verde Cantábrico, por supuesto; Verde Valles y Montañas (las panorámicas de la Sierra del Sueve y de la Sierra de Peñamayor); Verdes Espacios Protegidos, como la ría de Villaviciosa. El Verde Dinosaurio, protagonista del Museo del Jurásico de Asturias. Y, por supuesto, el Verde Botella: la sidra es una forma de vida con museo (el Museo de la Sidra en Nava) e itinerario turístico singular (de la Manzana y de la sidra).
redacción
La Sierra del Sueve
La Sierra del Sueve se levanta frente al mar Cantábrico, entre los concejos de Colunga, Caravia, Parres y Piloña. Desde el nivel del mar subimos hasta los 1161 metros del Picu Pienzu en menos de 4 km llegando así a una de las mejores atalayas del cantábrico. El efecto barrera que supone para las brumas lo convierten en el reino de la niebla, un lugar casi mágico en el que las hayas y los tejos, pugnan con acebos, avellanos y espineras, por el control del suelo de laSierra. Jabalíes, Gamos, corzos, zorros o tejones son los otros pobladores de la Sierra, siempre con el permiso, eso si, de los Asturcones, auténticos dueños de estas montañas, por derecho propio. Con sus 1161 metros de altura máxima, que se alcanzan en la cumbre del Picu Pienzu, y varios de más de 1.000 metros de altitud, todos a menos de 10 km de la costa, el Sueve supone una barrera infranqueable para los vientos de la costa.
Desde estas montañas en un día normal, sin nieblas, tenemos media Asturias a nuestros pies. Se hace visible el Cabo Peñas, al tiempo que nuestra vista nos lleva casi hasta Cantabria, con más de 200 km de costa bajo nosotros.
Al otro lado podremos divisar las imponentes cumbres de los Picos de Europa, Covadonga, los valles del Sella y el Piloña, los montes de Ponga, el frente del Parque de Redes y la Sierra de las Aves, Peñamayor, o la Sierra del Aramo más allá de Oviedo y dónde se encuentra la ya mítica ascensión al Angliru.
La Ría de Villaviciosa es uno los estuarios mejor conservados y de mayor calidad ambiental de la costa cantábrica, por lo que, en el año 1995, fue incluido en la Red Regional de Espacios Naturales Protegidos del Principado de Asturias bajo la figura de Reserva Natural Parcial. La Reserva Natural Parcial pertenece en su totalidad al concejo de Villaviciosa, uno de los 20 concejos costeros del Principado de Asturias, que limita al norte con el mar Cantábrico; al sur con los términos municipales de Sariego, Piloña y Cabranes; al este con el concejo de Colunga; y al oeste con el de Gijón. La capital del concejo, Villaviciosa o La Villa, se encuentra situada en la cola del estuario y, con sus 4.800 habitantes, es el principal núcleo de población.
La Reserva presenta una planta de forma triangular de unos 8 km de longitud, desde el Puente Güetes a la playa de Rodiles, y una anchura que oscila entre los 1.000 m, a la altura de Misiego, y los 200 en su parte más meridional. Abarca una superficie de 1.085 hectáreas distribuidas a lo largo del valle estuarino.
El MUJA se sitúa en el Concejo de Colunga. El Museo del Jurásico de Asturias se encuentra en la Rasa de San Telmo, un lugar emblemático de la costa asturiana, en el concejo de Colunga, entre las localidades de Colunga y Lastres. Desde el MUJA se tiene una vista panorámica excepcional del mar Cantábrico y del puerto pesquero de Lastres como telón de fondo, la Sierra del Sueve hacia mediodía y los Picos de Europa a levante.
El Museo de la Sidra de Asturias
El Museo de la Sidra de Asturias tiene como objetivo dar a conocer y promocionar la bebida característica asturiana. Se localiza en la Villa de Nava, a 30 Km. de Oviedo, en la Plaza Príncipe de Asturias S/n. El proyecto del Museo de la Sidra se aleja de la idea museística tradicional en la que un Museo se concibe como la exhibición de piezas ordenadas según criterios temáticos o tipológicos. Nuestro Museo asume como reto fundamental el de la participación del visitante.
Aquel que decida adentrarse en este museo, saldrá conociendo cual es el proceso de polinización, las variedades de manzana utilizadas en la producción de la sidra, los criterios de selección y los trabajos necesarios para la obtención de la bebida. Igualmente, el visitante podrá disfrutar de las numerosas reconstrucciones que recrean ambientes íntimamente relacionados con el consumo de la sidra, como el «llagar», el «chigre» o el bar, los juegos tradicionales o el folklore.
La Ruta de la Manzana y la Sidra, es un recorrido guiado por la Comarca, en el que los visitantes podrán observar las pumaradas (plantaciones) donde se les explicará desde los métodos tradicionales del cultivo del manzano, hasta las mejoras tecnológicas aplicadas a este. Del mismo modo se visitarán Llagares de Sidra (bodegas), el Museo de la Sidra, e incluso se podrá degustar un menú típico de la tierra, y todo ello a través de un itinerario singular en que se podrá disfrutar del hermoso paisaje de la Comarca de la Sidra.
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