Al sur de la provincia de Córdoba, Almedinilla cuenta en su término con restos arqueológicos muy importantes. Prácticamente sin salir de la localidad nos trasladamos del mundo íbero al romano, y con una calidad de conservación de los restos excelente: uno no tiene que imaginar lo ve.
Textos: Txusa Karra
Fotos: Manuel Moraga
Almedinilla es uno de esos pueblos blancos andaluces situado en la comarca de la subbética cordobesa entre Alcalá la Real y Cabra rodeado de un mar de olivos. El mero hecho de pasear por sus calles o disfrutar de su naturaleza ya tiene un valor intrínseco, pero si además eres amante del arte y de la cultura, aquí te sorprenderás.
El Museo
Como primera visita te aconsejaría el Museo Arqueológico. Si no conoces nada sobre la cultura del aceite, el primer espacio en la planta baja se dedica a todo el proceso de elaboración de este producto, desde la recogida de la aceituna hasta el envasado. Podemos contemplar cómo se hacía desde la antigüedad hasta el siglo XX. En este espacio se encontraba la antigua almazara.
La primera planta del Museo está ocupada por los restos íberos encontrados en el cerro de la Cruz. Una importante colección de piezas que nos hablan de la forma de vida de los moradores de ese poblado: su forma de batallar -pues hay armas que se encontraron en las excavaciones-, sus telares, su cerámica decorada, sus herramientas para las labores agrícolas y su orfebrería.
La segunda planta se dedica a la cultura romana y se centra en los restos hallados en la villa romana de El Ruedo. Destacan las esculturas de Hypnos (dios del sueño), el grupo de Andrómeda y Perseo, y Attis vinculada con los ritos funerarios. Parece ser que la escultura de Hypnos estaba enclavada en medio del salón de la casa. La integridad de esta escultura ha servido para saber cómo estaban diseñadas otras que se conservan incompletas en el British Museum de Londres y en el Museo del Estado de Berlín.
El poblado íbero
El poblado íbero se encuentra en el Cerro de la Cruz a unos 2 km del casco urbano. Estos restos se encuentran tan magníficamente conservados porque esas tierras nunca fueron labradas, lo que aporta una información muy completa sobre sus habitantes, que pertenecían a los bastetanos. Parece ser que el origen de este pueblo era púnico y su belicosidad importante, dado el hallazgo de armas encontrados. En este poblado se desarrollaron industrias manufactureras como eran los tejidos y las cerámicas. Posiblemente el poblado fue violentamente destruido por los romanos en el siglo II a. de Cristo.
La villa romana
La villa romana de El Ruedo es una de las mejores conservadas de la Península Ibérica. Datada en el siglo IV, fue construida en torno a una explotación agraria, lo que hoy en día sería un cortijo. La villa tenía un patio central y estaba decorada de mosaicos y frescos que hoy todavía se pueden admirar. Debía tener un número importante de esclavos y colonos, pues en sus proximidades se ha encontrado una necrópolis con más de 400 tumbas.
Lo que es de admirar de Almedinilla es el esfuerzo que han realizado para conservar todos estos restos arqueológicos y que las piezas resultado de las excavaciones se conserven en la población, cosa que no ocurre habitualmente, donde las piezas que se encuentran en los pueblos son llevadas a los grandes museos y en el pueblo se queda una copia.
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Programa De Viaje con Radio 5
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