Este fin de semana pasado decidí recorrerme una zona que la tenía un poco olvidada en mis viajes, La Ribera del Duero. Fue con motivo de la inauguración de la Casa del Agapio, en Olivares de Duero.  La aventura tuvo nombres de mujeres.

Texto: Txusa Karra
Fotografías: Manuel Moraga

 

Olivares de Duero es un pequeño pueblo de Valladolid, pegado a Quintanilla de Onésimo, este último, famoso por las comilonas de Aznar y por ser cuna de Onésimo Redondo, fundador de las JONS.  A estos pueblos, como a muchos, otros los separa el Duero por un puente medieval de gran talla, sobre el cual recae el típico conflicto de propiedad: Será de Olivares o de Quintanilla… Qué más da, si sirve  para cruzar el Duero.

En la Casa El Agapio , la decoración estaba tejida por manos de mujer, saltaba a la vista. Y a pocos metros de mi habitación un salón con chimenea, la original de la vivienda,  chisporroteando y quemando leña de encina como si hubiese sido atizada por Lucifer. El calor de la casa estaba presente.

Casa el Agapio

Casa el Agapio

En Bodegas Ribón, situadas al otro lado del  puente es decir en Quintanilla,  conocí a mi primera soñadora, Imelda Ribón. Una mujer joven a cargo de una bodega familiar, que con sus excelentes vinos el  Ribón barrica y el crianza, ha cosechado importantes premios: Baccus de oro en 2010, el de plata en el 2008, medalla de plata en Tempranillos del mundo 2009, Zarcillo de oro en 2007, etc.

Pero no sólo sus vinos han conquistado premios, ella también, ya que fue premiada por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente en 2010 como mujer emprendedora.  Imelda es un ejemplo de constancia y trabajo, es exquisita en el trato con sus visitas y una enamorada de su tierra. En su cabeza bullen proyectos no sólo para su bodega sino para su comarca, sus vinos y sus gentes. Sabe que el Enoturismo es futuro y riqueza para Ribera y en sus horas libres, si existen, organiza visitas con cualquier grupo que contacte con ella.

 

Bodegas Ribón

Bodegas Ribón

Terminada mi vista a la bodega, Imelda me acompañó a mi alojamiento “Casa el Agapio”. Trabajando y organizando desaforadamente estaba mi segunda soñadora, Ana Lasunción. Mujer inteligente, estudiosa, con una formación extensa, aventurera, pero lo que más transmite Ana es una capacidad de enamorarse  hasta las trancas de todos sus proyectos presentes y de los futuros que humean por su cabeza. Además de ser una estupenda conversadora, cariñosa y afable

En Casa el Agapio no solo puedes alojarte, puedes también comer, cenar, desayunar y probar cualquiera de los excelentes vinos de su cava, además de conversar con los colaboradores de la casa o con cualquiera de los que por allí asoman, que es lo que yo hice y aconsejo.

A la mañana siguiente visitamos otra bodega.  Esta vez el viaje no iba de iglesias ni castillos, estaba claro. La bodega se llama Pago de Ina, está en la carretera que va de Olivares hacia Valbuena, se ve perfectamente: es azul. Al frente de la bodega mi tercera soñadora Sara Cabanas, mujer venida desde Catalunya para poner en marcha un sueño familiar, un sueño vestido de azul.

Esta bodega de corta trayectoria, que comienza a funcionar en 2007, ha obtenido ya importantes premios. Pago de Ina ha sido galardonado con medalla de oro en Bruselas los años 2011 y 2012 y Zoñan gran medalla de oro 2012 en Bruselas. Vinos excelentes.

 

Bodega Pago de Ina

Bodega Pago de Ina

Para lograr estos resultados en tampoco tiempo, se ha rodeado de un buen equipo, no podría ser de otra forma, pues  Sara es una militante del trabajo en equipo. «La innovación en los métodos de elaboración y la constante superación, por parte de nuestro equipo, son clave para conseguir una mejora continua.» Estas son sus palabras. Pero al igual que mis soñadoras anteriores, Sara es una militante de los proyectos integrales para toda su comarca, pues estos son el futuro.

No necesitaba visitar más cosas en este viaje, pues que mejor cosa que visitar la Fábrica de Sueños de una pequeña parte de La Ribera del Duero.

www.casaelagapio.com
www.bodegasribon.com
www.pagodeina.com

 

Comedor Casa el Agapio

Comedor Casa el Agapio