¿Alguna vez se imaginó cómo sería vivir en un palacio? ¿Y en un palacio rodeado de palacios y dentro de un recinto amurallado? La ciudad antigua de Cáceres es un viaje en el tiempo. De día, los turistas que pasean sus calles son las únicas referencias a nuestro siglo. De noche, ese casco antiguo casi solitario nos sumerge definitivamente en el esplendoroso pasado del renacimiento español. Y si además de recorrer esas calles, tenemos el privilegio de alojarnos en uno de esos palacios, las sensaciones se transforman en emociones. Esa es la gran oportunidad que nos brinda el Parador de Cáceres
Texto y fotos: Kiko Martínez
Queríamos justamente eso: vivir sensaciones y emociones. La elección no fue difícil: el Parador de turismo, un coqueto y acogedor edificio situado en plena ciudad monumental de Cáceres. Por esa circunstancia su ocupación es prácticamente total durante todo el año, así que recomendamos la reserva con un cierto adelanto. Sin duda, el Parador de Cáceres es un lugar de ensueño al encontrarse dentro del recinto amurallado más importante del renacimiento español, un palacio que por su belleza y su pasado le hacen figurar como uno de sus monumentos más destacados, formando parte a su vez del conjunto monumental mejor cuidado y conservado del patrimonio arquitectónico español: no en vano fue declarado Monumento Nacional en 1949 y, en 1986, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Al entrar al Parador y al recorrer sus estancias nos llamó la atención su aspecto laberíntico. Pronto hallamos la explicación, y es que en realidad el Parador es el resultado de la fusión de tres espacios: el de la parte de abajo fue hostería antes que Parador, y los del nivel superior eran las oficinas de Turismo de la Diputación. El Parador de Cáceres –no muy grande: 39 habitaciones- ocupa un antiguo palacio que perteneció a don Diego García de Ulloa, comendador de Alcuésar, quien lo levantó en el primer tercio del siglo XIV aprovechando los cimientos de una antigua construcción árabe. Perteneció posteriormente a los marqueses de Torreorgaz y se convirtió en Parador en 1989. El Parador de Cáceres ocupa dos emblemáticos edificios: el palacio de Torreorgaz y la casa de Ovando, destacando su presencia en pleno casco histórico de la ciudad por su esbelta torre de aspecto majestuoso. En su interior cuenta con espacios de estilo gótico, renacentista y barroco. La entrada se nos presenta con puerta, dintel y escudo barroco propios de la época.
El Parador ha sido remodelado recientemente, la obra la han llevado a cabo los arquitectos Mauro Cano Ayala y Carmelo Cano Moreno, que han reconvertido y modernizado el recinto hotelero en su interior manteniendo intacto los elementos esenciales de su construcción como muros de piedra, escalinatas, numerosos arcos y su patio interior. Las obras han consistido en aumentar el número de habitaciones, mejorar su accesibilidad -incluso adaptando una habitación para personas con movilidad reducida- y una suite con salón ubicada en la antigua enoteca, con arcos abovedados y vistas al jardín y la calle. Cabe destacar el uso de energías renovables, sistemas de ahorro energético y reciclado de residuos. Las obras han reordenado el espacio existente techando dos patios ahora convertidos en la recepción y una nueva cafetería. En cuanto a espacios exteriores, destaca en las instalaciones el patio con jardín, habilitado como una extensión del comedor ‘Torreorgaz’ y escoltado por sus antiguos muros de piedra, numerosos árboles centenarios y un pozo antiguo.
Decoración
Merece la pena destacar la decoración del recinto por su combinación de estilos, una mezcla de clasicismo y modernidad llevada a cabo por la decoradora Alejandra Hernández. A ello contribuye el color de las paredes, neutro en todo el edificio lo que permite que sobresalga el valor arquitectónico de ambos palacios.
En las habitaciones destacan los medios doseles sobre las camas y los textiles clásicos y de corte palaciego que devuelven al cliente a los orígenes del edificio. Las estancias comunes combinan el confort de los elementos más actuales con la nostalgia de piezas rescatadas del establecimiento anterior como arcones, reposteros, secreteres o armaduras.
El Parador conserva además sus antiguos lienzos y amplía su colección de arte con obras de Carmen Porta, Juan Alcalde, Rafael Canogar o Badri, entre otros. En este sentido, cabe destacar la incorporación de dos grabados situados en el acceso al Parador y el salón capilla, realizados por el artista Manolo Valdés, reconocido internacionalmente con premios como la Medalla de plata de la II Bienal Internacional de Grabados de Tokio, el Premio Nacional de Artes Plásticas, el Premio Nacional de Bellas Artes de España o la Condecoración de la Orden de Andrés Bello en la clase de Banda de Honor de Venezuela, entre otros.
Gastronomía del Parador
Cocina típica regional con toques modernos en la cabe destacar la excelencia de sus productos con denominación de origen, el uso de materias primas de primera calidad -y siempre de temporada- y la mano maestra del Chef Ricardo Muñoz.
Su cocina, por tanto, destaca por la elaboración de platos en los que se tienen muy presentes los derivados del cerdo (jamón ibérico, chorizos, morcilla de lustre, morcón, etc.), los productos silvestres como las setas, los espárragos, los berros o los cardillos, y los quesos entre los que destaca la famosa Torta del Casar, los quesos Ibores y de la Serena tan importantes en Extremadura, sin olvidarnos del cabrito, la retinta extremeña y en temporada las magníficas piezas de caza.
A destacar también sus desayunos con sus zumos naturales y su bollería hecha en el mismo Parador. Y hay un menú degustación que hay que pedirlo con antelación.
Otras actividades del Parador
El Parador nos presenta una amplia oferta de turismo cultural y monumental, su excelente ubicación lo coloca como punto de partida ideal para recorrer la antigua ciudad milenaria de Cáceres. La ciudad dispone de unos guías con los que se puede contactar desde la recepción del Parador. Estos guías salen de la Plaza Mayor junto a la Torre de la Yerba, y es la mejor forma de conocer la ciudad antigua, a no ser que vaya uno bien preparado de material histórico.
Horarios de las visitas guiadas:
Mañana de 11:00h. y12:00h. Tarde de 17:30h.y18:30h.(de mayo a septiembre)
De 16:30 h. y 17:30 h. (de octubre a abril)
Domingos solo mañanas
Precio 5 euros por persona
Grupos mínimos de 10 personas
Por otro lado la Asociación Profesional de guías turísticos de Cáceres organiza durantes los meses de verano y entrado el otoño el “Juglar por la noche”. Se trata de una visita nocturna a partir de las nueve de la noche. Esta ruta guiada nos muestra la historia de Cáceres a través de cuentos, romances, leyendas y mentiras. La salida es desde las escaleras del ayuntamiento y el grupo mínimo a de ser de 10 personas. Más información: www.cuentatrovas.blogspot.com
Otra actividad con valor añadido que ofrece el Parador es el acuerdo que tiene esta entidad con el campo de golf de la ciudad. Además, debido a su carácter central y estratégico, sirve de punto de partida para visitar Monfragüe, Trujillo, Guadalupe, Plasencia….
Qué visitar del casco antiguo de Cáceres
Partiendo de la Plaza Mayor cruzando el Arco de La Estrella y dejando a un lado la Torre de Bujaco nos sumergimos en un ambiente que nos lleva como una máquina del tiempo a una ciudad medieval con sus Palacios, iglesias y conventos que merece la pena visitarlos de noche con la simple iluminación de sus farolas, adentrarse por sus calles, visitar la judería, admirar la Concatedral de Santa María, disfrutar de la fachada y las gárgolas de el Palacio de las Veletas, ver el Palacio del Sol, La iglesia de la Preciosa sangre, la Torre de la casa del Mono, el Palacio de los Golfines (que nos recuerda a Verona con Julieta en el balcón), la Torre de Sande recubierta de un manto verde de hojas o la misma torre del Parador desde cuya almena se divisa todo el casco histórico es toda una experiencia para nuestros sentidos.
Nota de interés: la época ideal para visitar Cáceres es primavera y otoño
www.parador.es
turismo.caceres.es