Desde tiempo inmemorial los habitantes de Palamós han vivido de la pesca y han surtido las mesas de sus productos, sobre todo de dos conocidos internacionalmente por su excepcional calidad: la anchoa y la gamba roja.
Texto: Txusa Karra
Fotografías: Manuel Moraga
Palamós se encuentra situado en un enclave privilegiado de la Costa Brava y que pertenece a la comarca del Bajo Ampurdán. Esta ciudad siempre estuvo vinculado a la pesca, tanto por el desarrollo de una industria manufacturera en torno a la anchoa como por la pesca del atún, la gamba, la sardina y la anchoa que servían para abastecer los mercados de Barcelona fundamentalmente. Hoy en día este puerto nos permite conocer todo un mundo en torno a la pesca, sus productos, su venta, su transformación y la gastronomía.
Aprovechando este ámbito, el puerto pesquero ha abierto las puertas a los visitantes para poder mostrarles de primera mano todo lo concerniente al mundo de la pesca y de sus productos. Habría que empezar por el Museo de la Pesca, situado en el mismo muelle pesquero nos introduce de una forma pedagógica e interactiva en la relación del hombre con el mar, mostrándonos una tradición milenaria donde se puede ver todo el entorno natural y social de estas comunidades marineras. Allí conoceremos el mundo marino donde se pescan los productos tradicionales, las artes de pesca empleadas y el ecosistema que rodea esa costa. Este Museo único en todo el Mediterráneo también acoge un Centro de Documentación y una Cátedra de Estudios Marítimos.
Desde aquí se ofertan excursiones guiadas al poblado íbero del Castell y se realizan también excursiones en barcos pesqueros donde se comparte la jornada de trabajo con los pescadores. Es una forma de acercarnos a un trabajo duro, paciente y artesanal que se pierde en el tiempo, y de tener con ellos una experiencia inolvidable. Otra actividad que nos ofertan es una excursión en una embarcación de vela latina construida a principios de siglo XX, en la aprenderemos las claves de la navegación en este tipo de naves y podremos conocer la Costa Brava desde el mar.
Al lado del Museo se encuentra la lonja del pescado donde se descargan los barcos dos veces al día y se realiza la subasta del producto. Se pueden realizar visitas guiadas durante la subasta y conoceremos la forma de comercialización del pescado, así como características de las especies, las artes de pesca que usan y el entorno. Una vez terminada la vista podemos comprar pescado recién sacado del mar en los puestos anexos a esta lonja: dese un capricho y deguste unas gambas de Palamós.
El Espai del Peix es un centro culinario situado encima justo de la lonja en el no sólo se pueden degustar los productos del medio marino sino que es un espacio pedagógico donde aprender el uso gastronómico de especies marinas poco cotizadas. Además, es un espacio de reflexión y debate sobre cocina y sostenibilidad. Se realizan sesiones para niños donde ellos son los pequeños chefs, sesiones de cocina medieval, o de cocina íbera. Además podemos disfrutar de un estupendo show coocking. En este espacio una aprende hasta comiendo, pues las mesas son paneles didácticos en torno al mundo de la pesca.
Además Palamos nos ofrece una amplísima lista de actividades deportivas, culturales, paisajísticas, etc., de las cuales disfrutar en cualquier época del año.
Más información:
www.visitpalamos.cat
www.museudelapesca.org
www.espaidelpeix.org