Ibiza tiene dos caras. Quizá la más popular sea la de la fiesta, pero lo más auténtico de la isla se descubre fuera de temporada y del bullicio. Una forma de encontrar el alma de la isla son las originales propuestas que el hotel Hacienda Na Xamena lanza para descubrir una infinidad de «momentos mágicos» en Ibiza.

Enrique Sancho/recreatuviaje
Ibiza tiene un cuerpo y un alma. El cuerpo es de sobra conocido. Es la Ibiza marchosa del verano interminable, la que recibe mil vuelos en un solo fin de semana, la que contempla los bailes frenéticos durante toda la noche. El cuerpo de Ibiza presenta, claro, cuerpos. Cuerpos esculturales que se muestran casi desnudos en las plataformas de Amnesia, Privilege, Pachá, Heaven o El Divino, que se confunden en las zonas oscuras de esas mismas discotecas o que se exhiben, esta vez sin el casi, en las playas naturistas de Punta de Sa Galera, Migjorn, o en S’Aigua Blanca.

Pero Ibiza tiene también un alma, que hay que buscar en verano y que se encuentra sin esfuerzo el resto del año. Es la Ibiza del sosiego, de la belleza, de las calas solitarias, de la naturaleza en armonía… Es la Ibiza culta que se muestra en exposiciones y museos, la Ibiza familiar y segura, la Ibiza de las compras tranquilas, de la artesanía hecha con amor. Es la Ibiza monumental con sus imponentes murallas del siglo XVI que encierran su casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO…

La Ibiza auténtica que puede encontrarse, por ejemplo, en pueblos como Sant

Mateu, en el centro silencioso de la isla, con su preciosa ermita y donde se celebra cerca la anual ballada de Pou, llena de juegos y bailes populares.

Un poco más lejos está la cala Salada, atestada en verano de gente, pero ahora silenciosa y tranquila con una hilera de casetas de pescadores a modo de cuevas. Santa Gertrudis, San Rafel, San Carles, San Joan de Labritja, San Vicent… Pequeños pueblos que guardan todavía el aroma del tiempo pasado que, ese que buscaron también hippies e intelectuales en los sesenta.

Un hotel con alma

El alma de Ibiza puede descubrirse también en lugares privilegiados como el hotel Hacienda Na Xamena, cerca de San Miguel, el único establecimiento español seleccionado por la exigente guía Quintaessentially Reserve 2008, entre los hoteles más lujosos de todo el mundo. Un establecimiento que cada año acoge a personajes famosos del mundo del espectáculo, poderosos de la

banca o gente de la nobleza internacional que buscan intimidad y confort, pero que también recibe a anónimos huéspedes que saben apreciar el buen gusto, el trato personal, el exquisito servicio y la dimensión humana de este lugar.

Todos ellos disfrutarán, claro, de unas vistas absolutamente soberbias, una de las mejores de todas las Baleares. El hotel está espectacularmente situado al borde de un abrupto acantilado de 200 metros de altura sobre el nivel del mar, perfectamente integrado en la naturaleza, en una propiedad de 7 hectáreas y rodeado de un bosque de pinos mediterráneos. La zona es uno de los últimos espacios intactos del mapa ecológico de Europa, al noroeste de Ibiza, en el corazón de un amplio parque natural preservado, con una fauna y flora excepcionales. Una sugerencia: contemplar la puesta de sol desde la terraza del hotel en las horas previas a la noche de San Juan… Y si es con una copa de cava, mucho mejor.

Cada una de sus 65 habitaciones dispone de su propia terraza, jardín o balcón con vistas al mar y a sus impresionantes precipicios, donde dejarse sorprender por la naturaleza: el mar esmeralda pincelado de blanco, el acantilado salvaje, la naturaleza envolvente y unas puestas de sol inolvidables. Y aunque resulte difícil apartar los ojos de esas vistas exteriores, cuando se mira hacia dentro, se descubre una decoración elegante y exótica, unos espacios exuberantemente amueblados con estilos hindú, tailandés e indonesio y multitud de bonitos objetos orientales. Como les gusta definirse, se trata del lujo del mañana, un lujo de experiencias y de momentos mágicos que seduce al 70% de sus clientes, que deciden regresar una y otra vez.

Un lujo compartido

Los propietarios y directores del hotel, el matrimonio Lipszyc, lejos de practicar la inaccesibilidad característica de algunos lugares de gran lujo, han llevado a cabo la idea de convertirlo en un espacio abierto a todos aquellos interesados en conocer y compartir las intensas emociones que se crean en el establecimiento, ya sea en sus tonificantes piscinas en cascada,

En su spa o en sus restaurantes. En este sentido, Alvar Lipszyc, hace realidad la frase que su padre le dijo cuando descubrió este sitio por primera vez, allá por el año 1965: «Alvar, tenemos la responsabilidad de compartir la emoción que se siente en este lugar».

Con ese objetivo, Hacienda Na Xamena ha ideado los ‘Magic Moments’, una serie de propuestas cuyo principal fin es compartir emociones y momentos de felicidad, que pueden ir desde disfrutar de cincuenta minutos en su spa

Cascadas Suspendidas, donde a los placeres de agua salada acariciando las distintas partes del cuerpo, se une la relajación de la mirada perdida en una imagen de ensueño, a los servicios faciales y corporales de La Posidonia, con sus instalaciones de alta tecnología y su equipo de profesionales que ofrecen un mundo de sensaciones para el cuerpo y la mente.

Como complemento puede añadirse el denominado Sueño Gastronómico, un viaje a través de las especias del Mediterráneo en el restaurante Sueño de Estrellas o aprovechar el programa especial de Noche Glamurosa, que combina algunos de los servicios antes mencionados con una noche en el hotel. También existe la posibilidad de regalar estos ‘Magic Moments’ a quien se desee.

Más información:
Hacienda Na Xamena
Urbanizacion Na Xamena
07815 San Miguel
Ibiza, Spain
www.hotelhacienda-ibiza.com
Tlfn: 971 33 45 00