Una de los atractivos que tiene esta isla además de sus paisajes, su tranquilidad y sus gentes, son sus tradiciones. El aislamiento de la isla ha permitido conservar formas de vida, lenguajes, artesanía y gastronomía como hace siglos. Un ejemplo es el Restaurante la Montaña regentado por Efigenia Borges.
Texto: Txusa Karra
Fotografías: Efigenia natural
Situado en el Caserío de Las Hayas perteneciente al municipio de Valle Gran Rey encontramos una iniciativa de turismo rural que incluye alojamiento y restauración bajo el nombre de Efigenia Natural. Nosotros estuvimos en el restaurante, que lleva por nombre La Montaña, y que que podríamos calificarlo como atemporal: cuando uno está allí no sabe muy bien qué tiempo está viviendo. Parece que el tiempo se quedó anclado en la tradición. Desde hace 40 años Efigenia elabora los platos tradicionales de la Isla, sin más. No busques cartas, ni menús, allí se come el potaje y el gofio elaborado de la forma más tradicional con las verduras que se crían en el huerto. De postre te sirve un postre casero. Ese es todo el misterio de esta casa de comidas, porque en realidad esa es su definición más apropiada.
Está en un recóndito lugar, pero es visitado por mucha gente sobre todo alemanes, parece ser que hasta Angela Merkel lo visita. No nos extraña porque es un lugar amable, hogareño, con un buen trato y sin protocolo. Digamos que es sincero. Pero hay un valor añadido, y es la compañía de Efigenia que se desenvuelve como nadie entre sus comensales. Ella cuenta anécdotas, que no son pocas, e incluso se canta un cante ancestral de su isla.
No te vayas del lugar sin comprar un tarro del Almogrote que elabora Efigenia. Es una pasta de queso de cabra y oveja con mojo rojo, que como aperitivo o como acompañamiento de otros platos, está exquisito.
Pero si quieres alojarte en la zona, allí mismo Efigenia te puede alojar en cualquiera de los pequeños apartamentos rurales con los que cuenta. Tienes garantizada, la paz, las excelentes vistas y el confort, contando además con la ventaja de la proximidad al Parque Nacional de Garajonay.
Un lugar idílico donde pasar unos días de vacaciones para los amantes de la naturaleza, el senderismo, la sencillez y el buen hacer de unas gentes que aman su tierra. Ese es el espíritu de Efigenia.
