La región más extensa de Francia evidentemente no se puede conocer en cuatro días, pero sí podemos acercarnos a tener una idea de cómo son sus gentes, sus paisajes y sus recursos, lo que nos moverá seguramente a querer repetir la experiencia y conocer nuevos lugares. Tres sucesos esenciales dinamizaron esta región a lo largo de la historia, por un lado las guerras de religiones, la Hierba Pastel determinante para su desarrollo principalmente en el siglo XV y XVI y el río Garona y sus afluentes que permitió la expansión, el conocimiento y la riqueza del Midi-Pyrénées, posteriormente la construcción en el siglo XVIII del “Canal du Midi” facilitó la conexión del Atlántico con el Mediterráneo y ahora está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Texto y fotos: Kiko Martínez
El azul símbolo de prosperidad
Quien nos iba a decir que una simple planta como la “hierba pastel” iba a ser el revulsivo fundamental para toda una región. El triangulo de oro formado por las ciudades francesas de Albi, Toulouse y Carcassonne fue el único lugar de Europa donde se desarrollo este cultivo de manera intensa. En esta zona de manera natural descubrieron a través de esta planta el pigmento azul, numerosos palacetes así nos lo indican, propiedad en aquel entonces de los ricos productores de la época. La prosperidad del pastel inundo estas tierras conocidas como “El país de Cocagne”, pues mientras dormían las bolas de cocagne se iban secando y a la vez les iba llenando sus bolsillos. Si quieres conocer más sobre la hierba pastel en la actualidad existe un museo en Toulouse – Labège que a su vez tiene restaurante, tienda y spa, aquí le explicaran y le darán a conocer los secretos del pastel, saber la historia de la “Hierba pastel” es conocer en gran parte la historia de la región. En la actualidad la tradición de la “hierba pastel” ha vuelto a surgir gracias a apasionados como Sandrine Banessy /Directora y presidente de la Academia del Pastel. terredepastel.com/
Albi la ciudad “Rouge” a orillas del Tarn
Si Toulouse es considerada la ciudad rosa por el color de los ladrillos que adornan sus fachadas, Albi la llaman la ciudad roja también por sus fachadas de ladrillos “brique foraine”. Si en Toulouse se pueden ver los palacetes que tuvieron su origen en la “hierba pastel”, en Albi podrá disfrutarlos igualmente pero más tranquilamente, esta ciudad esta construida para ir andando, perderse por sus callejuelas es sumergirse en otra época, donde el tiempo transcurre más lentamente. Toda la ciudad es una ciudad-museo no en vano es Patrimonio cultural de la Humanidad desde el 2010, en Albi todo llama la atención su casco viejo con sus casas medievales, sus comercios, su mercado, su Pont-Vieux (puente viejo) también Patrimonio mundial de la humanidad desde el 2011 es uno de los más antiguos de Francia. Capítulo aparte merecen sus edificios más emblemáticos como son la Catedral de Santa Cecilia y el Palacio de la Berbie, construidos en el siglo XIII, con el fin de demostrar el poder de la Iglesia Católica tras la Cruzada contra los Albigenses. Además de recorrer el pueblo existe una vía verde a lo largo del Tarn sin ninguna dificultad para los amantes del senderismo.
Catedral de Santa Cecilia
La catedral de Saint-Cécile es un monumento fortaleza excepcional encargado Bernard de Castanet, es la mayor catedral de ladrillos del mundo, obra maestra del gótico meridional arte militante concebido contra la herejía cátara para afirmar el poder de la iglesia. El interior esta completamente pintado y decorado por voluntad de los arzobispos del renacimiento Luis I y Luis II de Amboise.
Lo más destacado en Sainte-Cécile es:
El Juicio final. Un estilo próximo a la pintura flamenca, su composición representa el cielo, la tierra y el infierno, donde los condenados purgan sus faltas según los siete pecados capitales.
La galería del coro y la clausura de coro. La piedra y las estatuas son las protagonistas, sorprenden por su calidad y abundancia, además de las numerosas estatuas policromadas, comprenden innumerables motivos cincelados en un verdadero encaje de piedra.
Los frescos de la bóveda. Sobre fondo azur, Antiguo y Nuevo Testamento se codean en medio de los follajes, “putti” (motivos ornamentales) y otros motivos característicos del Renacimiento, para componer el más amplio conjunto de pinturas italianas realizado en Francia
Los órganos (siglo XVIII), están diseñados por el fabricante de órganos Christophe Moucherel, son famosos tanto por la calidad del decorado de la caja como por su sonoridad.
Palacio de la Berbie y el Museo Toulouse-Lautrec
Edificado entre los siglos XIII y XIV este antiguo palacio episcopal fue concebido como una fortaleza militar al igual que Sainte-Cécile. En el interior destacan sus bellos jardines y terrazas de interés histórico-artístico. Actualmente alberga el Museo Toulouse-Lautrec que posee la mayor colección pública del mundo dedicada al famoso pintor albigense. Lienzos, litografías, dibujos, y todos los carteles realizados por Henri de Toulouse-Lautrec a lo largo de su vida desde su primer cuadro hasta el último.
Museo de la moda en Albi
Es una colección privada de Dominique Miraille, que ha tardado 25 años en reunir su colección de trajes y complementos, única en el sur de Francia, esta situada en la calle Souque a dos pasos de la catedral. Su colección abarca desde el siglo XVIII hasta nuestros días, los vestidos están impecables sin añadidos y sin tocar.
Las mansiones pasteleras del siglo XVI
Las casas palaciegas del Renacimiento reflejan la historia del “pastel” y destacan por la hermosa combinación de ladrillo y piedra de los marcos de sus ventanas y puertas, se encuentran en los cuatro barrios de carácter medieval Castelvieil, Castelnau, Saint-Salvi y Combes, tres ejemplos ilustrativos son: La Maison Enjabert, el hotel Reynes y el hotel Saunal.
Colegiata y Claustro de Saint Salvy
Digna de visitar, como muchas otras lo más antiguo es de estilo románico y lo posterior de estilo de gótico. La Colegiata fue la primera sede Episcopal de la ciudad. A destacar el imponente campanario.
Donde comer en Albi
Si lo que quiere es comer una buena comida casera con productos de temporada con una buena presentación, salpicada de un toque moderno y con unos buenos vinos de Gaillac les recomiendo el restaurante Le Lautrec situado justo enfrente de la casa natal de Toulouse Lautrec. Si lo que quiere es una cena ligera, con una cocina de vanguardia y de autor, sin lugar a dudas el mejor sitio en Albi es el restaurante “l’Esprit du Vin” de David Enjalran estrella Michelin desde el 2006, merece mucho la pena lespritduvin-albi.com;
Más Información
Hotel Mercure-Puente nuevo sobre el río Tarn
